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La importancia de dormir bien para el aprendizaje

La importancia de dormir bien para el aprendizaje

Existe una relación importante entre descansar bien y los buenos resultados en el rendimiento académico.

Dormir bien ayuda al aprendizaje, porque cuando duermes, tu cerebro y cuerpo entran en un estado de reposo, restauración y reparación. Es entonces cuando se produce una función de regeneración en tu mente y cuerpo.

Cuando no adquieres un hábito saludable de sueño, los resultados pueden ser muy desfavorables. Verás que al día siguiente tienes bajo rendimiento, falta de energía, poca concentración, agotamiento y disminución de la memoria.  Por tanto, tendrás que aumentar la exigencia tanto física como mental.

Se estima que durante el sueño el cerebro procesa la información más relevante de manera organizada y apropiando mejor los conocimientos aprendidos.  Existen estudios que demuestran que cuando se duerme después de estudiar, la memoria se potencia y hay un mejor desempeño en el aprendizaje.Además, dormir fortalece tus defensas e impide que contraigas enfermedades.

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Consecuencias negativas cuando no duermes

Cuando no duermes corres mayores riesgos de tener accidentes, apresurar tu proceso de envejecimiento y/o muerte. Se ha identificado que dormir menos de seis horas, deteriora y desgasta el tejido cerebral. Así como provoca que tus acciones sean torpes.

También se presenta aumento de apetito y tu organismo demanda carbohidratos y calorías. Por tanto, hay que tener especial cuidado, pues puede ser la antesala de problemas de disfunciones alimenticias. Se presenta fatiga, ansiedad e irritabilidad, porque las regiones emocionales conectadas a tu cerebro, estarán alteradas. De igual manera, tu aspecto físico se notará opacado y decaído.

Debes evitar estudiar hasta largas horas de la noche, pues incrementas el agotamiento debido a una doble jornada. Tampoco es recomendable estudiar a muy tempranas horas de la mañana, pues todavía estarás con somnolencia y bajo la presión del cumplimiento del día que inicia. Lo ideal es que prepares con suficiente tiempo las tareas, preferiblemente en horas del medio día o de la tarde. Es necesario dejar un margen de tiempo para cualquier imprevisto.

Un buen sueño para un buen desempeño

Debes adquirir un punto de equilibrio entre las horas de estudio y las horas de descanso. Dormir como mínimo ocho horas, después de haber cumplido tu jornada de estudio. Toma en cuenta que  por cada hora de estudio, es recomendable tener un intervalo de diez minutos de descanso.

Durante el sueño se han experimentado métodos de estudio efectivos. Esto para afianzar  conocimientos y el aprendizaje en idiomas, música, entre otros. Pues el cerebro entra en una fase de desinhibición, se reactivan los recuerdos y se expande la creatividad. De la misma manera se ha comprobado que cuando no duermes, este sueño no se recupera. El sueño se va acumulando y va dejando secuelas a futuro.

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Por último, se recomienda cenar temprano con alimentos livianos y vitar al máximo el consumo de estimulantes como la cafeína, energizantes o alimentos muy altos en azúcares o calorías. Estos pueden generar inestabilidad y será difícil conciliar un sueño relajado, ya que se produce una alteración en tu sistema nervioso y digestivo.

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