Acreditarte en un idioma se ha convertido en un requisito indispensable, si quieres avanzar en tus estudios o tu profesión. Es una exigencia básica en prácticamente todas las convocatorias para becas. Y más empresas, día a día, lo consideran un plus de gran relevancia.
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Como sabes, los dos exámenes de acreditación más usuales son el Toefl y el Cambridge. Cada uno de ellos tiene su propia lógica y sus propios secretos, pero básicamente evalúan los mismos componentes y tienen una estructura similar.
1. La composición del examen
Lo primero es tener muy claros los componentes del examen. El Toefl y el Cambridge tienen cuatro secciones:
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– En esta sección debes probar que tienes suficiente comprensión de lectura en inglés. Contiene entre 36 y 56 preguntas en el Toefl, y 3 ejercicios de una hora en el Cambridge.
– Prueba tu capacidad de comprender escuchando. Tiene entre 34 y 51 preguntas en el Toefl y cuatro secciones en el Cambridge.
– Aquí tendrás que hablar en inglés de forma coherente y con suficiencia, sobre un tema propuesto por los examinadores. Tiene 6 actividades que se deben desarrollar en unos 20 minutos en el Toefl y 4 partes para un total de 14 minutos en el Cambridge.
– Debes elaborar dos composiciones escritas, sobre temas propuestos por los examinadores en el Toefl, y dos secciones en el Cambridge.
El Cambridge tiene además una prueba que se denomina “USE OF ENGLISH”. Se divide en 4 secciones que deben ser completadas en 45 minutos y evalúan tus conocimientos en gramática inglesa.
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2. El manejo del tiempo
Sin duda, el tiempo es una presión muy fuerte. Cada prueba tiene un límite determinado y eso añade un factor de tensión adicional al del propio examen. Las claves para evitar que el tiempo juegue en tu contra son tres:
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– Inicia el examen a tiempo. Media hora antes de la prueba ya debes estar en el lugar y asegurarte de que no te falta nada de lo que vas a necesitar.
– No cuentes el tiempo. Si estás pendiente del reloj, lo único que conseguirás es ponerte más nervioso y auto inducirte al error.
– Concéntrate. Lo tuyo es enfocarte en el contenido de la prueba. Si pones toda tu atención en ello, el tiempo dejará de ser importante.
3. No te concentres en el vocabulario
– Seguramente vas a encontrarte con varias palabras con las que no estás familiarizado. Recuerda que estas pruebas miden la comprensión, no la traducción exacta de cada texto. Así que no debes preocuparte por esos términos que no conoces, sino enfocarte a captar la idea central de lo que te dicen, o de lo que lees.
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– De seguro, la idea central te va a llevar a una respuesta acertada. En cambio, si te detienes en una sola palabra vas a perder tiempo y es posible que comiences a sentirte nervioso. Así que no le des vueltas, deja de lado lo accesorio y concéntrate en lo esencial.
4. Incrementa tu habilidad para escuchar
– Las pruebas de comprensión auditiva suelen ser las más complicadas. Se componen de afirmaciones que vas a escuchar una sola vez. Nadie te va a repetir lo dicho, así que debes tener muy bien entrenado el oído para captar lo que te dicen.
– Puedes prepararte para esto practicando intensamente la escucha. Acostúmbrate a identificar las palabras con una sola escucha, durante el tiempo en que estés preparando el examen. Si no lo logras, evidentemente no estás preparado aún para presentar la prueba.
5. Familiarízate con las pruebas en YouTube
Youtube está lleno de videos con aspirantes presentando las pruebas orales. Ahí tienes un material muy valioso para conocer exactamente a qué vas a enfrentarte y, por supuesto, para practicar.
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