¿Has escuchado hablar acerca de la inteligencia emocional? Pues bien, la inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones correctamente, de tal modo que se faciliten las relaciones con los demás.
Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional pueden manejar mejor las emociones negativas, identifican y saben sobre lo que sienten ellos mismos y las personas que les rodean; además son capaces de utilizar las emociones para relacionarse y son muy empáticos, tienen más éxito en su trabajo y llevan sus vidas de manera más satisfactoria.
Otras ventajas que tienen este tipo de personas es que pueden mantener una mejor salud debido a que saben manejar las emociones y cómo comunicarlas.
Generalizando, si cuentas con inteligencia emocional te servirá para tomar mejores decisiones en tu vida personal y laboral, evitarás conflictos y cómo lidiar con las personas conflictivas.
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Te dejamos algunos consejos para mejorar y potenciar la inteligencia emocional:
Para empezar es importante que te conozcas a ti mismo, saber cuál es tu reacción ante ciertas situaciones o saber reconocer cómo te sientes a lo largo de un día; una buena forma de lograrlo es escribir sobre tus sentimientos, emociones, pensamientos y creencias ante las distintas situaciones que protagonizas en tu vida.
Contar con equilibrio emocional funciona bastante bien, ya que se dejan a un lado los impulsos, aunque no está nada mal que de vez en cuando te desahogues un poco, pero sin permitir que las emociones te arrastren; recuerda que tú eres el que tiene el control para gestionarlas.
De este modo podrás conectar mejor tus emociones, lo que te traerá reacciones más acertadas y éxito en lo que estés realizando.
La empatía es de los puntos que no puedes hacer a un lado, ya que son de las características principales de las personas emocionalmente inteligentes. Lo mejor para lograrlo es escuchar a otros, entender cómo se sienten y comprender sus emociones, eso te convertirá en una persona más inteligente a nivel emocional.
Esto no significa que seas el receptor de todas las quejas y problemas de quienes te rodean, pero sí que desarrolles un cierto grado de empatía y confianza con los demás de manera saludable.
Algo que en definitiva no puede faltar es la automotivación, de hecho las personas emocionalmente inteligentes tienen la capacidad por sacar a flote la voluntad y la fuerza, incluso en los peores momentos.
Son expertos en sacar una sonrisa aunque no tengan ganas, son persistentes, y no dejan de intentarlo nunca.