Hoy en día, ante un entorno laboral tan globalizado, encontramos diversas tendencias innovadoras de aprendizaje que, además, posibilitan la interacción entre pares profesionales. Un ejemplo de ello son los congresos.
Los congresos no deben ser vistos como un gasto, sino como una inversión. Al tener este enfoque, necesitamos tomar en cuenta los siguientes puntos:
1) Calcular el presupuesto. Es importante incluir el costo de ingreso al congreso y gastos adicionales por encuentros de networking como fiestas, cócteles, comidas, etc. Asimismo, en caso de que el congreso sea en otro estado o país, deberás añadir los costos de transportación o alojamiento.
2) Establecer cómo se va a retribuir la cantidad monetaria invertida. Toda inversión debe ser medible y cuantificada. Los ingresos pueden ser a nivel conocimientos que se puedan incorporar de manera inmediata a tu práctica laboral cotidiana, o a través de la conexión con personas clave para tu desarrollo (futuros clientes o colaboradores). En este punto es necesario analizar de nueva cuenta la trascendencia de asistir a este evento y si el mismo ofrece las oportunidades de contacto deseadas, o la experiencia de personas punteras en la materia.
3) Antes de asistir e inscribirte conoce el trabajo de los ponentes y, una vez analizado, contextualízalo con tus necesidades y dudas laborales específicas para que puedas atacar puntos medulares de tu práctica profesional en las sesiones de preguntas y respuestas post conferencia, o en eventos de Networking.
4) Debes tener claro un speech de ventas sobre tus servicios como profesional y dirigirlo al tipo de público asistente durante el cóctel o al finalizar las ponenciar. Para lograr este punto es necesario que definas tu objetivo laboral, establezcas un segmento adecuado, y sobre todo, tengas claro el escenario previo, durante y posterior. Asimismo es básico ubicar las necesidades de los asistentes y sus características particulares. Sobre ello determina vínculos y coyunturas en común, de tal suerte que sirva para añadir puntos de valor inmediatos a tu imagen profesional.
5) El tema de conversación es tu conector. Localiza los intereses del sector. Ubica los temas de vanguardia, las problemáticas temporales, y también prepárate con temas de cultura general afín al nicho a atacar. Recuerda que un buen contacto surge de la empatía y ésta se logra a partir del intercambio de información inicial y entendimiento con los intereses de tu interlocutor.
6) Piensa en dualidad. Enfócate en detalles, cuenta historias interesantes, sensibilízate a los temas y diviértete, pero nunca pierdas de vista tu objetivo: ganar conocimientos y obtener contactos laborales.
7) Por último, recuerda: que «lo que no se mide no sirve”. Cualquier acción con enfoque de proyección se debe medir para saber los impactos producidos.
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La etiqueta y el networking, como pasar de un buen contacto en la red social a la realidad.