Ser docente universitario sin duda es una labor de gran responsabilidad, ya que, según el desempeño que se tiene durante la labor depende el éxito del proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes. Por otro lado, está que en la actualidad existe una gran abundancia cognitiva gracias a que nuestra sociedad se encuentra conectada todo el tiempo, lo que en muchas ocasiones puede proponer nuevos retos al docente.
Si estás buscando convertirte en todo un docente a nivel universitario, es necesario que consideres tener una serie de habilidades y competencias que te permitan desenvolverte mejor con tus estudiantes y asimismo fomentarlos, por lo que dejamos algunos puntos a considerar que pueden ser de gran ayuda para ti, que la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM) sugieren dentro de sus aulas.
Fomentar la participación
La participación estudiantil es uno de los puntos más importantes para el aprendizaje de estos, por lo que, los docentes universitarios deben tener la capacidad de crear un ambiente de confianza y respeto donde los alumnos se sientan seguros de expresar sus ideas y opiniones.
Pero eso no es todo, ya que “es importante que los docentes también cuenten con habilidades para generar preguntas y promover la discusión a fin de que los estudiantes sientan motivación para participar y aportar con sus conocimientos lo que han aprendido, incluso para que formen una idea personal. Asimismo, los docentes deben trasmitir de manera clara sus ideas y escuchar activamente las opiniones de los estudiantes”, indicó en entrevista la psicóloga Laura Toribio.
Y explicó una estrategia donde específica que para que un docente fomente la participación se puede hacer uso de actividades grupales, tecnología interactiva, asignación de roles en el aula, establecimiento de debates y mesas redondas con el objetivo de involucrar a los estudiantes de manera activa.
Teoría y práctica con dinámicas reales del mercado laboral
¿Quién no ha escuchado sobre la diferencia entre los conocimientos adquiridos en el aula y lo que realmente se hace de manera real en un empleo? Es muy común, ya que los conocimientos adquiridos en la escuela no siempre son suficientes, ya que en su mayoría son teóricos y las prácticas son en un menor número, por lo que, es vital que los docentes hallen formas de inspirar a los estudiantes no sólo en la producción y ejercicio intelectual, sino también en la experiencia y dinámicas que estos puedan hallar en la actividad laboral, “ya que de esta manera los estudiantes podrán obtener muchos beneficios que en su futuro
laboral, ver todo con más naturalidad, además de contar con experiencia previas que les permitan realizar sus labores de mejor manera”, indicó la psicóloga.
Compartir historias
Compartir experiencias propias y de terceros con los estudiantes es vital, ya que las historias son una herramienta eficaz para entender el sentido y las consecuencias de las vidas de las personas, además de permitir vislumbrar los frutos que pueden cosechar para su futuro.
Para lograr que sea eficaz y no convertirse en un confesionario es necesario emplear este recurso como un momento de reflexión, de nuevas perspectivas críticas y creativas.
Comunicación
“Un buen docente debe tener habilidades de un buen comunicador, por lo que, debe contar con herramientas que le permitan hacer buen uso del lenguaje tanto verbal como no verbal”, indicó Toribio.
Es por ello que, es importante preparar previamente cada clase, y estructurarla de forma organizada, además de proporcionar ejemplos prácticos en medio de las explicaciones teóricas para generar un ritmo dinámico a esta. Asimismo, emplear elementos visuales para estimular la atención del alumnado, relacionar contenidos con historias o anécdotas de la vida real y, en general, mantener un ritmo dinámico para que el nivel de atención no disminuya a medida que la clase avanza.
Organización
Una buena organización y planificación del curso por anticipado es un elemento fundamental para lograr los objetivos de enseñanza previstos, ya que un docente que presenta un método y programación del curso bien organizados genera mayor confianza.
Liderazgo y resolución de problemas
Asimismo, la especialista comentó que “es fundamental que cada docente tenga claro que son la persona a cargo de la clase, por lo tanto, es el responsable de que esta se desarrolle de la mejor manera posible, por lo que deben aprender a resolver posibles conflictos y eventualidades, y gestionar un ambiente de cordialidad propicio para el aprendizaje”.
Paciencia y tolerancia
No se debe olvidar que, todas las personas somos distintas y cada uno contamos con diferentes tipos de vivencias y situaciones, tanto de manera familiar, social, económica, y en el aula, por lo que es vital que un docente cuente con la virtud de la paciencia y tolerancia.
Actitud respetuosa, abierta y educada
Fomentar entornos de aprendizaje más relajados y, por ende, más productivos entre otros compañeros docentes y entre el alumnado es algo que nunca puede faltar, por lo que es parte esencial para mantener una actitud accesible y cordial tanto dentro como fuera de una clase.