Al momento de enfrentarte a una entrevista laboral existen varios factores que debes tener en cuenta. Además de un buen currículum, llegar puntual a tu cita, y vestir adecuadamente para la ocasión, es sumamente importante que prestes atención a tu lenguaje corporal. Algo que sin duda puede ser de gran ayuda para lograr una entrevista exitosa.
“Para dejar una gran imagen tras tu paso en tu entrevista laboral requieres dominar tu comunicación, tanto verbal como corporal. Hay que considerar que las personas nos comunicamos no sólo por medio de lo que decimos sino mediante gestos, forma de hablar y de vestir”, mencionó en entrevista a aprendemas.com Hilda Sánchez, ponente de los cursos de expresión oral y corporal.
Puede que tengas una hoja de vida impresionante, haber preparado un discurso muy interesante, o hasta que creas que tienes todo controlado, desde conocer las respuestas a las preguntas más frecuentes y hasta el tipo de exámenes de perfil psicológico que te pueden aplicar. Pero recuerda que los movimientos involuntarios pueden reflejar otra cosa, por lo que, te explicamos cómo manejar este tipo de señales frente a los reclutadores. Y es que no existen segundas oportunidades en una entrevista laboral.
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¿Qué es el lenguaje corporal?
El lenguaje corporal es el comportamiento que tienes, desde gestos, postura, tono de voz, contacto visual, entre otros; mientras interactúas y estos comunican diversas señales o información no verbal, por lo que debemos aprender a tener control de estas. Por ejemplo, “en una entrevista laboral es importante saber cómo te comportas para conectar con los reclutadores y generar mensajes que trasmitan completamente tu sentir y pensar”, indicó la licenciada Sánchez.
¡Adiós a los nervios!
Es normal que sientas nervios durante una entrevista laboral. Sin embargo, es importante que aprendas a controlar tu lenguaje corporal, de esta manera tus movimientos acompañen tu discurso y refuercen tus argumentos, de esta manera podrás transmitir confianza al reclutador y demostrar que eres el candidato indicado para la posición.
“Es importante adoptar una postura relajada, y en el caso de sentir demasiados nervios lo mejor es comentarlo al reclutador sin miedo, ya que al explicarlo automáticamente te sentirás liberado y esto te puede ayudar a crear una conexión con tu entrevistador”, dijo la profesora Hilda.
Y agregó que, en caso de tener alguna manía con las manos o pies lo mejor es “aguantar”. Además de evitar tocar constantemente el cabello, cara, ni mover los pies, ya que dicha inquietud da a entender que eres una persona con poca seriedad.
A la entrevista “entra con una sonrisa, a paso calmado, pero con mucha confianza, recuerda que debes transmitir seguridad».
Refleja confianza
Al entrar a la entrevista es muy probable que debas esperar (aunque no siempre es así), por lo que “tus gestos deberán ser los adecuados”, resaltó la capacitadora. “Entra con una sonrisa, a paso calmado, pero con mucha confianza, recuerda que debes transmitir seguridad. No olvides presentarte en recepción con una sonrisa, y al esperar sé paciente. Siéntate derecho, sin arquearte y con una postura neutral (tampoco tan rígido), pues una de las claves es la naturalidad, no puedes verte incómodo ni en una postura forzada o se reflejará también en tu actitud”.
Siéntate correctamente
Es muy importante sentarse correctamente, nunca en el borde de la silla ya que podrías estar indicando que quieres salir corriendo del lugar. Tampoco debes cruzarte de brazos o piernas, ya que da la sensación de que no deseas comunicarte o de que estas a la defensiva y eso es exactamente lo contrario que debes demostrar.
Gesticulación de las manos
Uno de los aspectos más complicados de controlar es la gesticulación de las manos. “Es muy común que, al hablar, expliquemos mediante las manos, pero si el movimiento es excesivo o brusco puede llegar a distraer al reclutador. Incluso puede provocarle un poco de estrés o nerviosismo, algo que seguramente le estarás trasmitiendo porque es lo que sientes en realidad”, comentó la profesora Hilda.
Así que lo mejor es mantener las manos equilibradas a nuestra conversación, de manera que sirvan como apoyo y fortaleza a nuestras palabras. No importa si es una entrevista presencial o en línea.
Otros detalles que puntualizó la especialista son que el saludo al entrevistador debe ser seguro, con energía y decisión para dar una buena primera impresión. Y durante la entrevista nunca se debe mantener las manos dentro de los bolsillos o cruzar los brazos, ya que estos gestos denotan indiferencia, prepotencia y poca educación.
Tono de voz
Recuerda que no sólo se trata de lo que dices, sino “cómo” lo dices. Así que el tono de voz es muy importante en una entrevista, el cual debe ser moderado. Para que sepas exactamente qué tono debes mantener sólo basta con pensar cómo sonarían las ideas que expresas si lo haces susurrando las palabras, con demasiadas pausas o con una emoción extrema que parecería que estás gritando.