Reduce el estrés
Leer nos aparta de nuestra cotidianidad, nos ayuda a ver problemas desde diferentes perspectivas y a liberar tensiones. Cuando estamos relajados, nuestros niveles de cortisol (también llamada ‘la hormona del estrés) disminuyen. Solo 6 minutos de lectura son suficientes para reducir ritmo cardíaco y tensión muscular.
Mejora el sueño
Por ese estado de relajación que nos produce la lectura, leer es la actividad ideal para hacer antes de dormir. Eso sí, esto aplica para los libros y publicaciones en papel, pues leer una tableta o teléfono inteligente está asociado a una menor calidad y duración de sueño, de acuerdo con un estudio de Social Science & Medicine.
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Previene el Alzheimer
Así como el ejercicio físico fortalece músculos, el ejercicio mental es beneficioso para la mente. Actividades como armar rompecabezas, resolver crucigramas, y (claro) leer pueden ayudar a que la memoria no se deteriore y a mejorar las conexiones neuronales.
Mejora la concentración
Quienes no logran apartar las distracciones pueden encontrar en la lectura una buena aliada para su concentración.
Para mejorar la concentración, un buen consejo es intentar focalizarse, mínimo 30 minutos, exclusivamente en un texto, al menos una vez al día. Cuando se logre dominar esa primera media hora, pueden añadirse gradualmente intervalos de 5 minutos.
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Mejora las habilidades sociales
Aunque existe el estereotipo de que las personas que disfrutan de la lectura son introvertidas, retraídas y poco sociables, un estudio de la revista Science realizado en 2013 concluyó que quienes leen literatura de ficción tienen una mayor empatía, pues analizan los problemas de los demás desde otros puntos de vista, algo muy beneficioso en las interacciones interpersonales para la solución de conflictos.
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