Escribir un currículum es todo un reto cuando eres recién egresado, ya que no es fácil encontrar una ventaja competitiva que te ayude a encontrar trabajo cuando ni siquiera tienes experiencia laboral.
Es un tanto frustrante para varios ver ofertas de empleo que encajan con sus perfiles, pero en las que generalmente solicitan años de experiencia. Si ese es tu caso, seguro te has preguntado ¿cómo conseguir dicha experiencia?
¡No te preocupes! Ya que no haber transitado por otra empresa también tiene sus ventajas, la clave está en cómo expreses la información a través de tu CV.
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Antes que nada te recomendamos construir una propuesta de valor definiendo las ventajas y beneficios que puede obtener la empresa a la que te postules al contratarte a ti y no a otra persona, así que lo ideal es que te pongas del lado de la empresa y resaltes lo que te gusta hacer, se te da bien y aquello por lo que la empresa te pagará.
Ahora busca una ventaja competitiva, lo que te hace único como idiomas, estudios en el extranjero, diplomados, masters, cursos de formación adicional, incuso hasta ciertas aptitudes y habilidades comprobables.
Debido a que no cuentas con experiencia laboral, debes concentrar la atención del reclutador en tus competencias, aptitudes y habilidades. Aquí puedes hablar de lo productivo y proactivo que eres, que trabajas en equipo, tienes iniciativa, motivación y competencias de liderazgo; siempre y cuando lo marques en ejemplos en los que has participado anteriormente, ya sea en trabajos de verano, un campamento, proyecto especial, actividad deportiva, voluntariado, prácticas profesionales o servicio social. No olvides que esta es justamente esa experiencia con la que ya cuentas.
No se trata de sonar arrogante sino de ser diferente. Céntrate en trasmitir de manera sencilla, única y sincera tu personalidad destacando lo mejor de ti, esto hará que te diferencies del resto de los candidatos.
Algo que nunca debes hacer es mentir sobre tu información o experiencia, ya que esto podría afectar seriamente tu credibilidad. Recuerda que muchas empresas cuentan con procesos de investigación, incluso las redes sociales son ahora un medios para conocer sobre ti.
Por supuesto no debes olvidar información importante como tus datos personales, trayectoria académica, intereses laborales y tus objetivos. Así como un portafolio que demuestre con hechos tu capacidad (este puedes elaborarlo también en Internet).
Finalmente, ¡véndete! Cuando no hay mucho qué decir de la experiencia laboral los logros, habilidades y conocimientos son la mejor arma de venta.
Al igual ocurre con la información destacada de tu vida académica: ¿obtuviste algún reconocimiento? ¿Tuviste algún proyecto a tu cargo? ¿Creaste alguna propuesta innovadora? ¡Todo cuenta!
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