Todos sabemos que dormir poco no es nada agradable para nuestro cuerpo y pensamos que dormir mucho nos ayudará a recobrar energías durante el día, algo que realmente es un error ya que también puede afectar el rendimiento.
Investigadores han descubierto que dormir poco (cinco horas o menos) y/o dormir mucho (más de nueve horas) pueden afectar el aprendizaje a corto, mediano y largo plazo… así que lo mejor es moderarse y equilibrar las horas de sueño.
Según una investigación de “Nurses Health Study” se encontró que las personas que duermen 5 horas o menos tuvieron peor cognición global que las que dormían 7 horas, al igual que las que dormían 9 horas o más.
Por otro lado, una investigación publicada en el Journal of the American Geriatrics Society llegó a la misma conclusión al comparar y medir los patrones de sueño de un grupo de personas (las que dormían 6 horas y las que lo hacían 7 u 8 horas) durante casi 15 años; comprobando que las personas que duermen más o menos horas de las que deben, tienen un declive cognitivo más acelerado en comparación a las que duermen lo justo.
¿Cuál es la razón?, resulta que el cerebro tiene su propio sistema para desechar sustancias tóxicas del organismo formando una red que rodean los vasos, donde el líquido cerebroespinal llega al cerebro en los conductos, rodea las arterias atravesando los tejidos y se mezcla con el líquido intersticial recogiendo las sustancias de los conductos alrededor de las venas llevándose todos los desechos metabólicos.
Con el paso del tiempo estos investigadores comprobaron que no dormir bien puede ser un factor importante en las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, ya que al no contar con buenos hábitos de sueño se podrían acumular ciertos residuos y destruir neuronas, algo que podría generar demencia.
Ahora que ya sabes que de lo que se trata es de tener un descanso de calidad, te dejamos algunas recomendaciones para lograrlo:
Primero debes hacer hábito por dormir preferentemente a la misma hora y el mismo tiempo (de 7 a 8 horas), evitar la luz artificial para no obstaculizar la producción de melatonina (hormona de la sensación de sueño), y controlar la temperatura de la habitación.
También es importante que no te excedas en alimentos pesados, con saturación de grasas o azúcares por la noche.
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