A la hora de demostrar los conocimientos del idioma inglés es muy común que soliciten algunos exámenes y certificaciones que lo avalen, entre ellos el TOEFL y el TOEIC, según el caso.
¿Qué son el TOEFL y TOEIC?
El TOEL y TOEIC son exámenes estandarizados de competencias en inglés, de los más usados a nivel mundial. Se utilizan como requisitos para obtener grados académicos, realizar intercambios al extranjero e incluso para obtener Visas para visitar algunos de los países más importantes.
El certificado TOEIC (Test of English for International Communication) se enfoca en la etapa profesional y tiene una vigencia de 2 años. Es un examen que mide principalmente la riqueza del lenguaje en general, por lo que sus preguntas son variadas a fin de medir también la capacidad de desenvolvimiento en un ambiente laboral. En algunas instituciones lo reconocen como equivalente al TOEFL.
Normalmente se requiere para entrevistas laborales, en postulaciones para trabajos en el extranjero, para certificarse como profesor (en ocasiones) o para un ascenso laboral.
Por su parte el TOEFL (Test of English as a Foreign Language) también tiene vigencia de 2 años, y es muy solicitado para ambientes académicos. Mide más la comprensión de terminologías técnicas del idioma.
Esta certificación es solicitada al aplicar para una beca en el extranjero, como requisito de titulación, requisito para continuar con estudios superiores, o de admisión en una institución, o para visado permanente de estudios y de trabajo.
Trucos para aprobar el TOEFL y TOEIC
Si estás en vías de someterte a un examen de este tipo, es necesario que tomes en consideración algunas estrategias y trucos que te permitan aprobarlos.
Toma notas de manera inteligente
Para la preparación para cualquiera de estas certificaciones, te recomendamos que, durante tus clases, tomes notas de manera inteligente, recuerda que no se trata siempre de escribir todo, sino de captar y escribir las ideas principales de manera clara y simple.
Incluso, puedes apoyarte con algunos esquemas o cajas en las que escribas lo más relevante, algo que sin duda te servirá de mucho a la hora de presentar el examen, ya que es parte de este.
Investiga sobre el examen
Si, ¡así como lo lees! Es de suma importancia que te des el tiempo de investigar a detalle sobre el examen que presentarás. Presta atención en los temas que se abordan, cuál es la duración del examen y si esté se hace por secciones, y cuánto tiempo puede tomarte a ti realizarlo, entre otros detalles.
Lo creas o no, tener información al respecto te ayudará a prepararte mucho mejor, además de sentir más seguridad en el momento de presentar el examen y podrás dejar a un lado el estrés que pueda generarte.
Estudia y practica todo lo que sea posible
El hecho de que, ya cuentes con conocimientos sobre el idioma inglés no significa que al momento de presentar tu examen todo vaya a salir excelentemente, y no nos referimos a que el TOEFL o el TOEIC sean imposibles de responder, pero no hay como estudiar lo suficiente. Además, toma en cuenta que una buena preparación es por lo regular la clave de la confianza, ayuda a disminuir la ansiedad y a pensar con claridad durante un examen.
Al momento de estudiar, no olvides hojear con cuidado todas tus notas, libros de texto y materiales; sobre todo, “practica” los puntos que sean de mayor importancia, y que puedan ser similares al examen, sin dejar a un lado los puntos que se te puedan dificultar más.
Organiza estrategias para tomar notas
Date a la tarea de organizar estrategias tomando notas de acuerdo a una situación y a un material para analizar, ya que parte de estas certificaciones es que tengas un buen nivel de comprensión en los distintos aspectos que califican.
Esto puedes aplicarlo en cualquier materia que realices (sin que sea propiamente los estudios del idioma inglés), con la finalidad de que hagas de ello un hábito y de esta manera sea más sencillo para ti.
Probablemente estarás preguntándote ¿por qué sólo estrategias para tomar notas?, la respuesta es sencilla, ya que es una clave para que tu cerebro comience a trabajar de esta manera, encontrando y analizando una conversación, o un tema en particular, por lo que aprenderás a enfocarte mejor y aprender sin tantas complicaciones.
No olvides descansar
El estrés es uno de los problemas más comunes a la hora de presentar un examen de importancia, por lo que, te recomendamos que al menos un día antes de presentar tu examen te des el tiempo de relajarte, escuchar música, salir a pasear, ver una película, o cualquier cosa que te permita despejar tu mente; así como, ir a dormir a buena hora y descansar lo suficiente para que estes tranquilo y relajado a la hora del examen.
Revisa todo el día del examen
Llegado el día del examen vale la pena que te tomes unos minutos para revisarlo antes de comenzar a contestar, además de calcular el tiempo que te tomará cada parte. Asimismo, concéntrate en lo que harás y responde con cuidado para evitar cometer errores.
Normalmente, antes de comenzar el examen el profesor que lo aplicará indica ciertos puntos, así que, debes prestar atención a dicha retroalimentación, y en caso de que tengas alguna duda de en los puntos que indique, no dudes pedirle que te los aclare.
¡Suerte!