Contar con un buen amigo es una dicha que sólo algunos tienen, pero… ¿crees que es viable recomendar a un amigo al empleo en el que te encuentras?
Después de todo es un gran dilema ya que por un lado se encuentra la gran amistad que tienes con este (a), por lo que te sentirás con ganas de ayudarlo; pero por otro lado, debes considerar pensarlo ya que en el mundo laboral tienes que tener cuidado a quién recomiendas, pues está de por medio tu credibilidad y reputación.
Así que antes de hacerlo te recomendamos que te detengas un buen rato a pensar en diferentes puntos a fin de hacer lo correcto, de lo contrario puedes arrepentirte.
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Primero que nada cuestiónate ¿este amigo (a) es realmente responsable?
Seguro que este amigo tiene tiempo que lo conoces, así como sus hábitos, sus virtudes y sus errores, así que si de antemano sabes que se trata de alguien a quien le cuesta mucho ser puntual, seguro que le pasará lo mismo en el trabajo. Así que piénsalo dos veces antes de correr el riesgo de que exponga tus asuntos personales en un ámbito laboral y esto podría manchar tu imagen profesional.
Otro punto importante que no puedes dejar a un lado es si cuenta con los conocimientos necesarios para realizar la labor a la cual le vas a recomendar.
Sabemos que por ser tu amigo le verás todos los puntos buenos a su favor, pero tienes que ser honesto contigo mismo y piensa si cuenta con la capacitación y requisitos necesarios para un puesto en la empresa en la cual laboras. Por lo mismo te invitamos a que enlistes sus habilidades y aptitudes, así podrás deducir si es viable o no que lo recomiendes.
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Muchas veces por el hecho de tener una amistad muy allegada o incluso un familiar que está en búsqueda de un empleo es muy común querer ayudar, e incluso de cierto modo sentir que tienes un poco de obligación para hacerlo (cuando crees que puede estar en tus manos), pero recuerda que no siempre el campo en el que te desenvuelves es lo que está buscando tu amistad, lo cual puede transformarse en poco tiempo en conflictos (tanto para tu amigo, como para ti).
¿La persona que te pide que lo recomiendes, en este caso tu amigo, es constante y ha tenido trabajos sólidos o va de empleo en empleo? ¿Sabes cómo son sus relaciones laborales? ¿Por qué dejó su último empleo o lo quiere cambiar? Estas son algunas preguntas que debes responder detalladamente.
Por otro lado, tener una gran amistad y que te lleves bien con alguien fuera de tu vida profesional, no quiere decir que pasará lo mismo dentro de lo laboral, ya que en muchas ocasiones esto puede convertirse en rivalidad, algo que definitivamente hará que tu relación de amistad se rompa, incluso puede llegar a ser contraproducente ya que este “amigo” conoce muchos puntos sobre ti (hasta tus debilidades).
Piensa qué tanto conoces a esta persona y qué tan bueno puede ser para ti que lo recomiendes. Recomendar a alguien para un trabajo debe ser un acto de responsabilidad ya que puedes jugarte tu propio pellejo y reputación.
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