En el ambiente profesional del siglo XXI es raro el empleo en el cual podamos ganar lo que deseamos y conseguir la estabilidad laboral y económica a la que aspiramos. Sin embargo, la realidad es aún más cruel para aquellos profesionales con gran experiencia y edad avanzada que han perdido su empleo, pues el tope de edad aceptada para ingresar a una vacante es en su mayoría entre 35 y 37 años.
Hoy en día, se abren las posibilidades para que a partir de la independencia se pueda emprender, sobre todo, si hablamos de un profesional con años de experiencia.
Algunos esfuerzos y técnicas que hoy están en boga y por lo tanto, consideramos necesario resaltar por la tendencia creciente que muestran son los modelos de Coaching y Mentoring, los cuales atacan problemáticas de las organizaciones, o de los trabajadores, y están destinados a lograr la eficacia en resultados, incrementar la motivación de los empleados, y lograr la satisfacción personal de los trabajadores.
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El Coaching ayuda a que miembros de una organización afirmen y estructuren la personalidad de una empresa; aporta metodología y experiencia y su propósito es ayudar a la empresa a madurar. Su función es temporal. Por su parte, el Mentor es quien ofrece sus conocimientos y experiencias como guía para hacer frente a las adversidades que enfrente el pupilo, y para contribuir a su imagen personal. Juntos ponderan la imagen y eficacia de una organización.
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Si tienes gran experiencia profesional y deseas involucrarte en los negocios desde esta trinchera, te diremos cómo hacerlo:
-Analiza tus fortalezas y contextualízalas dentro de una empresa u organización:
El Coaching necesita de habilidades concretas para poder trabajar. Estas pueden ser habilidad para colaborar en equipo o alta comunicación para organizaciones. El mentor utilizará su experiencia personal, estrategias inherentes a su práctica profesional y contactos.
-Conoce cómo motivar.
La venta es tu forma de conectar con la gente y el factor motivación es muy importante. El desarrollo de mejores resultados proviene de una motivación específica hacia un equipo de trabajo. En ambos casos, coaching o mentoring, necesitarás este punto a tu favor.
-Acepta el rol de consejero.
Antes de involucrarte como mentor o coach, debes reconocer el derecho del otro a converger en opiniones, y evaluar fortalezas y debilidades para aconsejar fielmente a tu cliente.
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En ambos casos deberás realizar un esquema que se adecúe a la realidad de una persona u organización. Utiliza a la empresa y estúdiala. Analiza sus oportunidades y vincúlalas con tu experiencia. Una vez realizado este punto, ubica las fortalezas de la empresa, debilidades, y amenazas y describe una situación de crisis y cómo la resolverías.
Una vez realizado el esquema, contacta a clientes potenciales y proporciona información acerca de los objetivos del programa. Evalúa recursos a utilizar y toma en cuenta redes de trabajo.
No te olvides de calendarizar lo planeado para una buena ejecución. Cuida los tiempos y sé realista al calendarizar.
Con estos puntos básicos y tu experiencia estarás listo para emprender un nuevo camino laboral.
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