Si eres amante de los cuentos de Disney, seguramente no dejaste de ver la afamada película de la “Bella y la Bestia”. Te estarás preguntando: ¿por qué hacemos alusión precisa a esa película?, pues simple y sencillamente porque tiene una particularidad, que protagonista de esta cinta es amante de los libros y que en una de las escenas se ve lo feliz que es cuando conoce la gran biblioteca que se alberga en el castillo de la bestia; algo que seguro entusiasmo a varios hace tiempo para lograr una biblioteca con libros de su interés; algo que hoy en día probablemente sea visto como “extraño”, ya que con la era digital llegaron los libros digitales, relegando “casi” por completo a los físicos.
Y es ahí donde nos detenemos a pensar ¿qué habría pasado si los libros digitales hubieran visto la luz tiempo atrás?, probablemente la novela distópica publicada en 1953 de Ray Bradbury, “Fahrenheit 451” no hubiera sido posible, o bien, la historia no tendría tanto sentido (aunque tampoco lo tiene hablando de manera lógica). Para quienes no han leído este libro, la historia cuenta un sombrío futuro donde los bomberos tienen la misión de quemar libros, ya que está prohibido leer; siendo el nombre de este, la temperatura en la que el papel de los libros se inflama y arde.
En fin, si nos detenemos en historias de libros o sobre libros, definitivamente sería esta entrada sería muy extensa.
¿Sabías que, en el año 2018 se estableció como el año en el que el formato digital acabaría con el impreso? Resulta que, en una encuesta hace años atrás, a profesionales de la industria del libro de treinta países, determinaron que con la llegada del libro digital (justamente en ese año) el mundo entero dejaría a un lado los libros físicos, algo que no fue así, ya que, aún hoy en día la tasa de penetración de los libros digitales sigue siendo reducida.
Diferencias entre libros físicos y libros digitales
Costo
Uno de los primeros puntos destacables entre los libros físicos y digitales, es que estos últimos siempre son más económicos tanto para el fabricante como para el consumidor, ya que es innecesaria la impresión y distribución masiva. Incluso los gastos de marketing son mucho menores, ya que no requieren de campañas costosas.
Sin embargo, todo depende de los gustos de cada persona qué tipo de libro elegir, por lo que, el costo suele ser poco significativa.
Transportabilidad
Es mucho más fácil transportar miles de libros en la nube o incluso en la tableta o en un teléfono inteligente, aunque, cabe resaltar que, un e-book siempre requiere de una adaptación al soporte digital,
Por otro lado, cargar una mochila llena de libros físicos que ocupan más espacio y pesados de cargar; razón por la cual se han popularizado las ediciones de bolsillo de los libros físicos, en un tamaño menor.
Lectura
Ciertos dispositivos como el Kindle están especialmente diseñados para la lectura digital, incluso permiten hacer más grande la letra, subrayar con diferentes colores y hasta hacer anotaciones que otros. Algo que probablemente puede ser posible en un ordenador, tableta o teléfono inteligente, algo que puede resultar muy cómodo. El problema es que exponerse muchas horas ante una pantalla puede producir daños importantes en la salud de nuestra vista.
En cuanto a los libros físicos en su mayoría están pensados para ser hojeados y leídos, por lo que, ocupan un papel que no permite que se rebote la luz, puedes hojearlos, tener una experiencia táctil e incluso olfatoria con ellos (sobre todo si se trata un libro de uso o que ya tiene ciertos años debido a su desgaste); aunque no puedes o mejor dicho no es recomendable que los subrayes o realices anotaciones en estos, pero siempre puedes hacer uso de una libreta tanto física como digital, o incluso una grabadora de lo que necesitas resaltar.
Acceso
Vale la pena resaltar que la adquisición de aparatos tecnológicos supone una inversión adicional que en ocasiones no está al alcance de todo el mundo, a diferencia de la compra de un libro físico.
Además, de que existen personas que no se encuentran tan familiarizadas con el uso de las tecnologías (sobre todo adultos mayores), pese a que los libros electrónicos puede parecer simple.
El factor electrónico, a su vez, implica que los libros digitales en comparación de los de papel dependan de una fuente de carga de la batería.
En cuanto a un libro físico, al final resulta más económico y puedes conservarlo, regalarlo, o donarlo, no requiere de una fuente electrónica y lo puedes llevar y leer en cualquier momento.
El libro digital supone una evolución lógica del formato en papel producto de los avances tecnológicos. Al menos de momento es perfectamente compatible que estos dos formatos coexistan, al igual que lleva ocurriendo durante décadas con la televisión y la radio.
En general, los libros impresos y digitales tienen amplias similitudes, entre ellas se encuentran la gestión efectiva del estrés, la mejora del nivel cultural o de la inteligencia emocional; por lo que definir el formato no implica un problema para muchos, ya que la idea es mantenerse informado, que funcione como una herramienta de investigación, de entretenimiento y de aporte cultura, así que, al final, se decide según lo que mejor se ajuste a las preferencias de cada persona y momento determinado.