Seguramente has escuchado en múltiples ocasiones hablar acerca de los “Bootcamps”. Pero, ¿sabes exactamente de qué se tratan?
Hay que tomar en consideración que desde hace unos años el mundo de la programación tiene conceptos nuevos e innovadores que requieren de denominaciones específicas. Muchas de ellas son en idioma inglés, y es justo en este rubro que dan origen a los ahora conocidos “bootcamp”, una modalidad de formación muy interesante y que representa futuro.
¿Qué son los bootcamps?
Se trata de un fenómeno que surgió en el año 2011 en Estados Unidos que ha tenido gran crecimiento, según estimaciones arrojadas por LinkedIn y SwithcUp en el 2018. En ese año ya existían más de 300 bootcamps de programación alrededor del mundo, aunque hay que dejar claro que, en Latinoamérica, se trata de un fenómeno que apenas está surgiendo.
La primera escuela de hackers Dev.F en México denomina estos bootcamps como “programas intensivos de corta duración, de entre tres a seis meses de duración, aunque puede variar dependiendo del nivel de complejidad del curso”.
Por otro lado, la enseñanza se realiza a un entorno de aprendizaje práctico en el que se introducen situaciones reales de trabajo; y es posible trabajar cerca con empresas a fin de identificar las necesidades de la industria, ajustando la enseñanza a las últimas tendencias y prácticas.
Pero eso no es todo, ya que en este tipo de programas se mezcla la capacitación en habilidades digitales con las socioemocionales como trabajo en equipo, aprender a aprender y resolución de problemas.
Un plus que tienen es que, como parte del bootcamp, la mayoría de escuelas ofrecen ferias de trabajo y contacto con redes de empresas con el objetivo de que el egresado encuentre trabajo.
¿Cómo son los bootcamp?
De acuerdo a información del blog HackaBoss existen muchos tipos de formación especializada de esta clase, pero en general un Bootcamp suele presentar características similares, entre las que se encuentran:
Son programas intensivos con temarios condensados y sin detenerse en detalles superfluos; además de que son de breve duración con la finalidad de que los alumnos tengan una pronta salida al mercado laboral con formación de calidad, algo parecido a una carrera técnica, pero aún más breve.
Igualmente son prácticos con un enfoque dirigido hacia la capacitación en habilidades para desarrollar tareas concretas; especializados con una base profesional que se encamina a una temática muy concreta; y lo mejor de todo es que tienen contacto con la realidad, ya que orientan a necesidades objetivas y reales.
Normalmente se dirigen a temas de programación y desarrollo web, aunque existen algunos que preparan para ciencia de datos, desarrollo de software, marketing digital, diseño de interfaces y de experiencia de usuario.
Asimismo, existen bootcamps de todo tipo en torno a diferentes lenguajes o tecnologías de programación, como programación Full Stack, diseño UX/UI, ciencia de datos o desarrollo de aplicaciones móviles.
Ventajas y beneficios de los bootcamps
Esta formación intensiva se dirige a cualquier persona que quiera reinventarse profesionalmente y dirigir su carrera hacia el sector digital. Lo cual es algo muy demandado por empresas de todos los sectores; sin duda una gran ventaja para los interesados en desenvolverse en estos sectores.
Además, se adquiere una base sólida de conocimientos de desarrollo de software en muy poco tiempo, se asimilan los conceptos de manera práctica, ayudan al desarrollo de las habilidades blandas (soft skills). Igualmente te enseñan a trabajar en equipo, a la toma de decisiones, resolución de problemas y liderazgo, entre otras.
Y lo mejor de todo es que no existen requisitos mínimos para apuntarse, ya que en poco tiempo se adquieren todos los conocimientos necesarios.
¿Y la efectividad?
En cuanto a efectividad, según los últimos datos del sector del desarrollo de software, la demanda de talento digital ha tenido un crecimiento del 80 por ciento en los últimos años, mientras que la oferta de profesionales cualificados para ocupar dichos puestos ha aumentado tan solo un 23%, lo que significa que existe un exceso de demanda que las empresas no pueden cubrir por falta de profesionales digitales.