¿Alguna vez has escuchado sobre el IQ?, seguramente si, ya que incluso en diversos filmes, series y programas televisivos suelen hacer mención de este, además de ciertos círculos relacionados con la educación.
Seguramente en algún momento te has planteado qué es el IQ (Intelligence Quotient por sus siglas en inglés), o también llamado CI (Cociente Intelectual, en español).
A lo largo de la vida educativa todo el mundo se somete a diversas pruebas de inteligencia. Incluso, en la vida profesional también sucede, ya que en muchas empresas es muy común que dentro de los procesos de selección se realicen este tipo de pruebas.
Muchos especialistas difieren entre si dichas pruebas son o no confiables debido a que defienden que “la inteligencia es algo demasiado complejo como para medirlo”. Pero lo cierto es que son de gran utilidad, ya que los test de inteligencia en realidad no miden las habilidades e inteligencias, sin embargo, es una herramienta que permite medir y comparar esta.
De acuerdo a una definición realizada en el glosario de la Universidad de Barcelona, “el IQ es un valor que resulta de la realización de un test estandarizado para medir las habilidades cognitivas y la capacidad intelectual de una persona (la inteligencia) en relación a su grupo de edad”.
Cabe destacar que el cociente intelectual es solo un número que sirve para comparar el resultado obtenido con la media de una población de una determinada edad que son considerados para determinar si se cuenta con IQ estándar o si se destaca entre otros, o bien, si se trata de una persona que tiene ciertas dificultades.
¿Qué es el coeficiente intelectual (CI)?
El Centro Europeo de posgrado (CEUPE) define al CI como “una cifra con la que se mide la inteligencia de una persona”. Y para conocer dicha cifra es necesario realizar algunas pruebas en las que se miden varios aspectos como la edad mental y la cronológica.
“Mediante la división de la edad mental de un individuo y la edad cronológica multiplicada por cien es posible conocer el CI de una persona”.
Es importante mencionar que para medir el IQ dentro de las pruebas que se realizan se incluyen todo tipo de problemas tales como el lenguaje, espaciales, matemáticas, lógicas, entre otras. Se valoran con respecto a los resultados obtenidos en una determinada población, además de que se toma en cuenta las dos edades ya mencionadas y las limitaciones madurativas de esta.
Clasificación y puntuaciones
Existen diversas clasificaciones que se pueden considerar para poder obtener un resultado de IQ. La más aceptada es el rango de la escala desarrollada por el psicólogo David Whesler, “Escala Weschler de Inteligencia para Adultos” también conocida como “Escala WAIS”.
Dicha prueba valora cuatro áreas: comprensión verbal, razonamiento, velocidad de pensamiento y memoria de trabajo.
En el caso de los niños, se aplica otra prueba de escala conocida como “Wechsler Intelligence Scale for Children” o “WISC”, también desarrollada por el mismo psicólogo. Sus características son muy similares a la prueba WAIS, aunque esta última cuenta con otras pruebas que proporcionan información complementaria.
En cuanto a las puntuaciones, se considera que el CI:
– menos de 70 puntos cuenta con un perfil de muy bajo rendimiento
– entre 70 a 79 puntos representa un nivel de inteligencia limítrofe
– de 80 a 89 puntos, es un promedio bajo, pero dentro del promedio normal
– de entre 90 y 109 puntos es considerado un promedio normal.
– en el caso de 110 a 119 puntos se considera un CI alto, pero dentro del promedio normal
– de 120 a 129 puntos es un nivel de inteligencia superior al promedio
– más de 130 puntos representa un nivel de inteligencia muy superior al promedio
– y en el caso de puntuaciones mayores a 130, es un promedio muy superior al resto de la población con características similares. Los individuos con esta puntuación cuentan con altas capacidades intelectuales.