Hoy en día pedirle a una persona que deje a un lado la tecnología sería prácticamente imposible. Las nuevas tecnologías llegaron para quedarse y es nuestra responsabilidad crecer con ellas y, a su ritmo para mantenernos actualizados. Pese a que aún existe una parte de la población que no se adapta a esta, la gran mayoría están inmersas en estas.
No obstante, cada vez más personas no consiguen gestionarlas de forma saludable, provocando con ello un estado psicológico negativo llamado por los especialistas “tecnoestrés”.
¿Crees que sufres de este?, existen algunas preguntas que podrías considerar para saberlo: ¿desbloqueas el teléfono móvil constantemente para saber qué hay de nuevo?, ¿duermes sin apagar el teléfono?, ¿caminas por la calle respondiendo mensajes?, ¿sabes a cerca de otros solo por medio de redes sociales?, ¿te da ansiedad cuando no tienes conexión a internet?, ¿eres capaz de hacer un gasto excesivo para obtener el último avance de la tecnología? Si respondiste que si a varias o a todas, en definitiva, no te has librado del llamado “tecnoestrés”.
¿Qué es el tecnoestrés?
El tecnoestrés se trata de una condición psicológica generada por el uso excesivo de las tecnologías de la información y de comunicación, también llamadas TIC. Por otro lado, el término “tecnoestrés” fue acuñado por primera vez por el psiquiatra norteamericano Craig Brod en 1984 en su libro «Technostress: The Human Cost of the Computer Revolution», definiéndolo como «una enfermedad de adaptación causada por la falta de habilidad para tratar con las nuevas tecnologías del ordenador de manera saludable.
Otras definiciones del tecnoestrés han venido dadas por autores como Michelle Weil y Larry Rosen en su libro «Technostress: coping with Technology @ work, @ home and @play» publicado en 1997, definiéndolo como «cualquier impacto negativo en las actitudes, los pensamientos, los comportamientos o la fisiología causado directa o indirectamente por la tecnología».
Así que, como puedes ver no se trata de algo tan nuevo, simplemente que “conforme va avanzando más la tecnología y su uso se agudiza más el problema”, según se lee en una publicación en el año 2000 “NTP730 Tecnoestrés, concepto, medida e intervención psicosocial”, publicada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España.
Tipos de tecnoestrés
De acuerdo a estudios, existen diferentes tipos de tecnoestrés:
Tecnofatiga
Se trata del cansancio mental que se causa debido al exceso de información proveniente de Internet, lo cual ocasiona dificultad para comprender, retener información nueva, y no permite tener una buena concentración. Entre sus síntomas se encuentra el dolor de cabeza, agotamiento y vista cansada.
Tecnofobia
Es el rechazo que se tiene hacia la tecnología, ya que, aunque no lo creas, hay quienes están negados a hacer uso de estas, incluso a hablar con ellas, ya que en muchas ocasiones se sienten incapaces de manejar las TIC. Entre sus síntomas está la ansiedad que se genera al saber que deben utilizar la tecnología, así como agresividad hacia esta.
Tecnoadicción
Es la necesidad de utilizar las TIC en todo momento y durante largos periodos. ¿Te sientes identificado?
Se trata de algo que una gran cantidad de personas hoy en día tiene, ya que para estas es fundamental estar al día con los avances tecnológicos, las redes sociales y las noticias por internet, lo que ocasiona una dependencia al uso de los dispositivos; lo cual puede provocar desajustes físicos y emocionales, malestares como fática, ansiedad, dificultad de concentración, dolor de cabeza, cuello, espalda, muñecas, hombro, dedos, insomnio, entre muchos otros.
Tecnoansiedad
Es el más habitual y suele manifestarse con malestar y tensión ante el uso y el pensamiento del uso de las nuevas tecnologías. Las personas que lo padecen pueden llegar incluso a sufrir lo que se conoce como tecnofobia, un miedo irracional que provoca ansiedad y miedo, incluida la resistencia a hablar de tecnología o a pensar siquiera en ella.
¿Cómo evitarlo?
Es importante destacar que esta afección se manifiesta tanto a nivel fisiológico, psicológico y emocional, por lo que, al padecer o al estar en vías de padecer tecnoestrés es vital implementar estrategias de prevención de los efectos nocivos del uso excesivo de las nuevas tecnologías.
De acuerdo a una publicación realizada por Fundación UNAM, existen varios factores que pueden provocar el aumento en el riesgo de aparición de este tipo de trastorno, entre los que se encuentran: la sobrecarga de trabajo, la rutina, la sobrecarga de información para ejecutar una tarea, entre otros.
Para evitar el tecnoestrés, Juana Patlán profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM en una publicación recomienda trabajar las habilidades de organización y administración del tiempo, así como el autocontrol y que la persona conozca sus propias habilidades.
Y en el caso de las empresas, recomienda, que estas cuenten con la capacitación adecuada para sus empleados en el manejo de las tecnologías, con la finalidad de aprovechar de mejor forma las habilidades de cada persona.
A su vez la docente expresa algunos detalles adicionales a considerar para evitar el “tecnoestrés”:
Organización del tiempo
Resaltando el punto referente a la organización del tiempo, la profesora comenta que es importante ser conscientes del tiempo que se invierte en la realización de cada tarea, por lo que recomienda que estas se realicen en horarios concretos para administrar mejor el tiempo y los recursos que se tienen para evitar situaciones de estrés.
Evitar la monotonía
La rutina normalmente hace que exista una monotonía en las labores que se realizan, algo que hace que surjan trastornos, en este caso el “tecnoestrés”, sobre todo en los casos en el que el uso de las TIC se torna aburrido, o cuando el trabajo que se realiza no requiere de mucho esfuerzo mental; por lo que, para evitar la rutina es fundamental administrar las actividades en periodos cortos repartidos durante la semana, así como realizar pausas preferentemente activas para reiniciarse mentalmente.
No sobrecargarse de información
La profesora comenta en la publicación que, debe evitarse sobrecargarse de información al ejecutar una tarea, recomendando hacer búsqueda de esta en lugares especializados, o en un número específico de estos para que las opciones sean reducidas y sea posible desarrollar una tarea de manera adecuada y así evitar el estrés.
Desvincularse de la tecnología
Si bien la tecnología es parte de nuestra vida, se debe tomar en consideración desconectarse de esta en uno o varios momentos del día, realizando actividades diversas tales como caminar, ver una película, salir a pasear, ir de compras, leer un libro, realizar ejercicio o meditaciones, entre muchas otras a fin de evitar el desarrollo de sentimientos negativos, el agotamiento mental, y la ansiedad, por mencionar algunos.