Ante la inestabilidad del mercado laboral son muchas las personas que buscan profesiones que ofrezcan excelentes posibilidades laborales y potencial de crecimiento. Una de ellas es la de agente inmobiliario, una profesión imprescindible en el mercado laboral y que se encuentra en evolución y constante crecimiento.
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Ocupación del agente inmobiliario
El agente inmobiliario no solo se encarga de los procesos de compra, venta o alquiler de viviendas, sino que entre sus funciones se encuentran las de mediación, asesoramiento y gestión en transacciones inmobiliarias. Un agente inmobiliario puede trabajar para una franquicia o una agencia inmobiliaria, o bien trabajar por su cuenta.
Habilidades y conocimientos
Para destacar frente a su competencia, el agente inmobiliario necesita ser proactivo y productivo, además de contar con habilidades negociadoras. Además, estos profesionales necesitan estar muy bien posicionados en el mercado con el fin de lograr y fidelizar clientes. Para todo ello se necesita capacidad de esfuerzo, disciplina personal y dedicación.
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Además de los conocimientos propios del mercado laboral, el agente inmobiliario debe tener espíritu comercial, ya que tendrá que captar inmuebles, tasar viviendas, captar clientes y diseñar planes de marketing inmobiliario. Para todas estas funciones el agente inmobiliario debe contar con habilidades sociales, comunicativas y de persuasión, y una formación específica en ventas, marketing, finanzas, banca, derecho y contabilidad, y competencias digitales.
Otros conocimientos, como los idiomas, los sistemas de gestión o el dominio de suites ofimáticas también pueden ayudarles en el ejercicio de sus tareas. Incluso los conocimientos básicos en fotografía también pueden ser útiles, ya que para vender viviendas se necesita tomar buenas imágenes de las mismas.
Registro de agentes inmobiliarios
Los agentes inmobiliarios pueden registrarse como tales en su Comunidad. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid está el Registro del Agente Inmobiliario (RAIN). En este caso, para inscribirse se necesita que el agente inmobiliario desarrolle su actividad con un establecimiento abierto al público situado en la región o de forma telemática, siempre que la dirección física de referencia coincida con el domicilio fiscal.
En cuanto a la capacitación profesional, se necesita una titulación universitaria perteneciente a la rama de Ciencias Sociales o Jurídicas, Ingeniería o Arquitectura, o bien una formación no universitaria de al menos 200 horas lectivas en materia inmobiliaria, relacionada principalmente con los servicios de mediación, asesoramiento y gestión. O bien experiencia en la prestación de servicios profesionales como agente inmobiliario durante al menos cuatro años. Por último, también se necesita que dispongan de solvencia garantizada.
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