Estudios previos ya habían señalado la relación positiva entre realizar ejercicio físico y el aprendizaje. A esto hay que sumar la conclusión de un nuevo estudio finlandés que ha demostrado que los niños más sedentarios durante su primer año escolar realizan menores progresos en el aprendizaje de la lectura durante sus dos cursos siguientes e incluso son menos hábiles con las matemáticas.
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Además, este estudio, realizado por un grupo de investigadores de University of Eastern Finland, pone de relieve el creciente énfasis de los sistemas educativos en realizar una actividad académica “sedentaria” entre los alumnos más pequeños (los de primer curso), en ocasiones, a costa de dedicar menos tiempo y recursos a la educación física. Es decir, los centros invierten cada vez más en laboratorios de ciencia y en mejores aparatos tecnológicos, todas ellas herramientas útiles pero que promueven un estilo de aprendizaje más sedentario.
En esta investigación, publicada en Journal of Medicine and Sport, se han analizado los estudios que median el tiempo de actividad física y de sedentarismo de 153 niños de entre 6 y 8 años. Como resultado, descubrieron que los niveles más bajos de actividad física, los más altos de tiempo de sedentarismo y sobre todo su combinación están asociados con una habilidad pobre de lectura en los chicos.
Asimismo, el estudio considera que entre las chicas el hecho de estar sentadas durante mucho tiempo sin moverse no parece tener ningún efecto sobre su capacidad de aprendizaje, aunque el hecho de contar con una menor muestra de niñas podría haber influido en los resultados.
Además, los investigadores destacan que el éxito académico entre las chicas podría estar determinado por factores como el apoyo educativo de los padres, la acepción de los compañeros y la actitud positiva de los profesores, así como su propia motivación.
