Todo padre quiere lo mejor para su hijo pero, ¿se les orienta de manera adecuada cuando toca hablar de futuro? Según se van haciendo mayores surgen dudas, hacen las primeras preguntas y en una situación de crisis como la actual lo que vendrá se ve con menos optimismo. Para dar con las respuestas adecuadas, la Fundación Bertelsmann en colaboración con la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE han creado una guía práctica titulada «¿Cómo orientar profesionalmente a tu hijo?», disponible de manera gratuita en su web. Su coordinador Vicente Hernández comparte con aprendemas.com algunas de las pautas a seguir.
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«Nuestros hijos no aprenden como nosotros lo hicimos»; «Cuando terminen de estudiar, habrá trabajos que ahora mismo no existen»; y «Los hijos no han de ser la proyección de lo que los padres queremos». Estas son las tres máximas de las que hay que partir según Cesar Bona, maestro español elegido entre los 50 mejores del mundo según el Global Teacher Prize y autor del prólogo.
«Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos y, como tales tienen como una de las principales tareas la de ayudarles con honestidad a encontrar su propia vocación profesional», explica por su parte Vicente Hernández. El motivo de publicarla en este momento es el desajuste que existe entre el potencial de empleabilidad que presentan los jóvenes y las necesidades de cualificación profesional que demandan las empresas. Y para explicarlo cita las palabras de Francisco Belil, vicepresidente de la Fundación Bertelsman: «Hemos hecho una mala inversión formando a chicos con estudios que no siempre les garantiza un empleo».
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Hernández asegura que muchos padres se preocupan desde que sus hijos son pequeños por ofrecerles una buena educación básica, pero la incertidumbre llega después: «La mayor preocupación la están viviendo las familias con hijos jóvenes que buscan un empleo y no encuentran alguna oferta de trabajo que les permita acceder a su emancipación económica». Aquí pueden surgir cuestiones como dejarse llevar por la vocación o por la empleabilidad. “Esta pregunta esconde un falso dilema, casi todos los autores que colaboran en esta obra ofrecen distintas pistas para resolverlo que se tienen que adaptar según las características propias de cada hijo”, recuerda.
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Para acertar considera que hay que tener en cuenta que con el trabajo no sólo se obtiene un modo de subsistencia, sino que también se convierte en un elemento clave para la autorrealización personal. Todos los capítulos de la obra tienen un mismo hilo conductor que es fomentar esa orientación de padres a hijos: «Partiendo de sus capacidades (las inteligencias múltiples); cultivar algunas de las competencias clave que facilitarán su empleabilidad como las socioemocionales o la de internacionalización, y que tendrá que integrar en su propio proyecto de vida».
En total son 18 capítulos repartidos en tres partes que van desde esa información vocacional, pasando por las habilidades parentales y una tercera que es la de educar en la empleabilidad, que anima a los padres a fomentar capacidades que se requerirán en los próximos años. También se dedican dos de manera específica a progenitores con niños de altas capacidades y a familias que tienen hijos con discapacidad.
Más información:
Guía «¿Cómo orientar profesionalmente a tu hijo?»