El rendimiento académico de los estudiantes está condicionado por multitud de factores. Uno de ellos es que los padres se involucren en el proceso educativo de los hijos, pues se ha demostrado que este hecho es beneficioso para su buen desempeño y desarrollo llegando, incluso, a mejorar la autoestima de los escolares.
Según los expertos, lo ideal sería que tanto los colegios como las familias colaborasen de forma común en la educación de los estudiantes, en el logro de objetivos comunes y supervisando entre ambos las tareas asignadas a los estudiantes.
Descubrimos, a continuación, qué otros aspectos influyen directamente en el rendimiento académico de los estudiantes siempre contando con la participación de las familias en el proceso educativo de los hijos.
Más comunicación entre padres e hijos
Potenciar las actividades en familia, y en concreto, dedicar tiempo todos los días a realizar una comida principal juntos de forma habitual, es una de las claves para mejorar el rendimiento escolar de los hijos.
La comunicación es otro de los puntos clave, y los expertos recomiendan que no debería limitarse a edades tempranas, sino que el diálogo es cada día más necesario. Como también los son las expectativas que tengan los padres sobre los resultados académicos de sus hijos, por lo que el “quien quiere, puede” debe situarse en primer plano mediante acciones de apoyo y supervisión en casa.
Iniciativas en centros escolares
Los centros escolares también deberían poner su granito de arena facilitando a las familias, por ejemplo, apoyo y asesoramiento que favorezcan su implicación en el rendimiento de sus hijos. Para ello, se debería incluir en los proyectos educativos programas de formación para la fomentar la participación familiar.
Más reuniones y tutorías
Los expertos también aconsejan realizar con cierta frecuencia reuniones entre los padres de los alumnos y los maestros de la escuela, a fin de conocerse, interactuar, fijar objetivos, transmitir información sobre el rendimiento académico y las oportunidades de mejora que haya detectado el educador. Es muy importante que los padres comprendan el compromiso y la responsabilidad de participar en estas reuniones, y que estén bien informados del comportamiento y rendimiento de sus hijos.
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Recurrir a métodos de estudio eficaces
Hay ciertos métodos y técnicas de estudio que a muchos le funcionan, pero a otros no. Por ello, los padres deben detectar qué métodos de estudio son más eficaces para sus hijos con el objetivo de que el estudio no se convierta en algo complicado y sin productividad.
Algunas técnicas de estudio con eficacia demostrada en los escolares son, por ejemplo, la lectura repetitiva, tomar notas generales, hacer un resumen, practicar con exámenes, o dibujar mapas mentales o conceptuales, entre otros muchos.
Cumplir unos horarios
Para lograr excelentes resultados académicos, los expertos señalan que la organización es un factor muy importante, puesto que, si hay organización con horarios específicos para los estudios y estableciendo prioridades, se logrará fácilmente observar cómo las notas van mejorando. Y es que para los menores, los horarios son importantes porque con ellos se crean rutinas significativas.
Potenciar las actividades musicales
Se ha demostrado que las actividades que tienen como protagonista a la música ofrecen muchas ventajas para los alumnos, fomentando la concentración, la disciplina y su creatividad.
Adicionalmente, los estudiantes también pueden aprender o perfeccionar el manejo de un determinado instrumento. Incluso, pueden compartir la experiencia en compañía de los padres en las diversas presentaciones o funciones musicales que se organicen.