Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Es mejor intentar ser un padre positivo que un padre perfecto. | Foto de freepik

Foto: Es mejor intentar ser un padre positivo que un padre perfecto. | Foto de freepik

Ser perfecto estresa a padres e hijos según un estudio de la Universidad de Ohio

Ser perfecto estresa a padres e hijos, por eso los científicos aconsejan más autocuidado y pasar tiempo de calidad.

Un estudio realizado por el centro médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio advierte que intentar llegar a ser “padres perfectos” agota a los progenitores y causa problemas de salud mental a los hijos. Para llegar a esta conclusión se ha realizado una encuesta a más de 700 padres estadounidenses. De las respuestas se desprende que el 57% de los progenitores estaban agotados de intentar ser un buen padre, jugar el tiempo suficiente con los hijos, mantener una buena relación con el cónyuge, tener la casa limpia y estar sometido a juicios externos.

La denominada “cultura del logro” es la que produce el agotamiento físico y emocional.

Cuanto más tiempo de juego pasan los padres con sus hijos y más ligera es la carga de actividades extracurriculares menos problemas de ansiedad, depresión, TOC, TDHA y trastorno bipolar tienen los hijos. Por tanto, los comportamientos de los padres tienen un fuerte impacto en la salud mental de los hijos.

En el estudio también se desprende que si los hijos tienen un trastorno de salud mental los padres presentan un mayor agotamiento y una mayor tendencia a insultar, criticar, gritar, maldecir o dar azotes a sus hijos.

Ser perfecto estresa a padres e hijos según un estudio de la Universidad de Ohio
The Power of Positive Parenting. The Ohio State University

Instagram y su impacto

A los padres también les afectan las redes sociales, ya que observan en Instagram familias que siempre parecen tener todo bajo control con sus hijos. “Tenemos altas expectativas de nosotros mismos como padres y sobre lo que tienen que hacer nuestros hijos. Luego están las comparaciones con otras familias y también los juicios de los demás, que sean o no malintencionados, están ahí”, señala Kate Gawlik, una de las investigadoras que ha realizado el estudio.

Para Gawlik, la denominada “cultura del logro” es la que produce el agotamiento físico y emocional. Cuando los padres están agotados tienen más depresión, ansiedad y estrés, y los hijos también presentan peores comportamientos. “Por eso, si estás agotado, te conviene hacer algo para mejorar tu autocuidado”, señala la investigadora.

>> Ver Cursos de Psicología Infantil y Juvenil.

Escala de agotamiento

Este estudio completa otro anterior, realizado en 2022, que medía el nivel agotamiento de los padres que trabajaban durante la pandemia. Fruto de este estudio se creó la primera escala de agotamiento para padres trabajadores, en la que los padres podían medir su agotamiento en tiempo real y utilizar soluciones que les ayudaran a sobrellevar la situación.

En el nuevo estudio también se incluye una orientación para los progenitores con estrategias, técnicas y consejos de crianza positiva que permitan crear conexiones más profundas con los hijos. En este sentido, los investigadores señalan que la crianza positiva es cuando brindas a los hijos amor, pero también les haces entender las consecuencias de sus comportamientos.

Es mejor intentar ser un padre positivo que un padre perfecto.

Para los científicos, es mejor intentar ser un padre positivo que un padre perfecto y para ello existen estrategias como la escucha activa, la capacidad de transformar los pensamientos negativos en positivos, el reajuste de expectativas para los padres y el niño, y la necesidad de actuar en función de las prioridades.

“Si priorizas la casa limpia y no tienes tiempo para estar con tus hijos, quizá sea necesaria una reorganización para encontrar una manera de hacer ambas cosas”, señala Gawlik. “Los padres hacen un gran trabajo cuidando a sus hijos, pero no dan prioridad a su cuidado personal. Si los niños ven que sus padres se cuidan, es probable que ellos también lo hagan. Y es preferible tener un niño feliz que uno perfecto”, señala la investigadora.

bienestar ciencia estudio hijos metas padres psicología