Desde hace tiempo, la ciencia ha reconocido la influencia de las hormonas en el cerebro, afectando a nuestro estado de ánimo, energía y toma de decisiones. Sin embargo, el mecanismo exacto por el cual estas señales químicas reconfiguran la función cognitiva se mantenía como un misterio.
Los cambios de dopamina impulsados por el estrógeno pueden ser clave para modificar la capacidad de aprendizaje.
Una nueva investigación, publicada el 21 de noviembre de 2025 en la prestigiosa revista Nature Neuroscience, ha desvelado una pieza clave de este rompecabezas: el estrógeno actúa como un interruptor maestro que moldea sutilmente nuestra capacidad de aprendizaje al fortalecer las señales de recompensa de dopamina en el cerebro.
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El vínculo hormonal y la neurotransmisión
El estudio, liderado por la profesora Christine Constantinople del Centro de Ciencia Neural de la Universidad de Nueva York (NYU) y la autora principal, Carla Golden, se centró en la función del estrógeno, una hormona central en el ciclo reproductivo femenino. Los investigadores demostraron que los procesos cerebrales involucrados en el aprendizaje y la toma de decisiones fluctúan de forma natural a lo largo de este ciclo, un fenómeno que parece estar anclado en cambios moleculares relacionados con la dopamina.
El estrógeno aumenta la actividad de la dopamina en los circuitos de recompensa del cerebro, lo que provoca cambios naturales en la capacidad de aprendizaje a lo largo de los ciclos hormonales.
«A pesar de la amplia influencia de las hormonas en todo el cerebro, se sabe poco sobre cómo influyen en los comportamientos cognitivos y la actividad neurológica relacionada», explicó la Dra. Constantinople. «Existe una creciente conciencia en la comunidad médica de que los cambios en los niveles de estrógeno se relacionan con la función cognitiva y, específicamente, con los trastornos psiquiátricos».
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El experimento revelador en el laboratorio
Para determinar el papel preciso del estrógeno, el equipo de investigación monitorizó la actividad cerebral de ratas de laboratorio mientras éstas completaban una serie de tareas de aprendizaje. Los animales fueron entrenados para obtener una «recompensa» (acceso a agua) tras reconocer señales de audio que indicaban cuándo y cuánto recibirían.
Los resultados fueron contundentes: el rendimiento en el aprendizaje mejoró significativamente cuando los niveles de estrógeno estaban elevados. Los autores concluyeron que el estrógeno aumenta la actividad de la dopamina en las regiones cerebrales responsables del procesamiento de la recompensa, reforzando así las señales que facilitan el aprendizaje. Por el contrario, cuando la actividad del estrógeno fue reducida o bloqueada, la capacidad de aprendizaje de las ratas disminuyó notablemente. Es importante destacar que la influencia del estrógeno se limitó al aprendizaje, sin afectar directamente la toma de decisiones.
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Implicaciones para la salud mental
Este hallazgo trasciende la neurobiología del aprendizaje. Proporciona una explicación biológica potencial para entender cómo los cambios hormonales pueden influir en el rendimiento cognitivo de las personas e incluso en la gravedad de los síntomas psiquiátricos.
Según la Dra. Constantinople, la mayoría de los trastornos neuropsiquiátricos, como la esquizofrenia o la depresión, muestran fluctuaciones en la severidad de sus síntomas en función de los estados hormonales. «Comprender mejor cómo las hormonas influyen en los circuitos neuronales podría revelar qué causa estas enfermedades», afirma la científica.
El descubrimiento del estrógeno como un modulador directo de los errores de predicción de recompensa (la base molecular del aprendizaje por refuerzo), abre un nuevo y prometedor camino. Al conectar la función de la dopamina con el aprendizaje de esta manera, los científicos tienen ahora una ruta más clara para investigar y, eventualmente, desarrollar tratamientos mejor informados para los trastornos cerebrales vinculados a la dopamina.
Estrogen Shapes Dopamine Reward Learning
A new study shows that estrogen naturally amplifies dopamine-driven reward signals in the brain, making female rats learn auditory cues more effectively during high-estrogen phases.
When estrogen activity was blocked, learning weakened,… pic.twitter.com/tZ2eEsi5UC
— Neuroscience News (@NeuroscienceNew) November 12, 2025