Los días 7, 8 y 9 de junio tendrán lugar en Madrid las Pruebas de Acceso a la Universidad. En fechas cercanas sucederá lo propio en el resto de Comunidades Autónomas pero se espera que sea la última vez, ya que en 2017 se sustituirán por la prueba de evaluación externa de Bachillerato, más conocida como reválida. Aunque estos días se han desvelado detalles de cómo será, en el horizonte se vislumbran ya unas nuevas elecciones generales que podrían cambiar todo lo que tiene que ver con la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
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Del primer proyecto ideado por el ministro José Ignacio Wert, al que Íñigo Méndez de Vigo sustituye en el cargo, han cambiado muchos aspectos. Por ejemplo, la reválida no será tipo test y según lo acordado con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) la semana pasada, valdrá para acceder a cualquier universidad. De hecho, a los rectores lo que les preocupaba es que rompiera con el distrito único actual que permite a los alumnos acceder con su nota de Selectividad a cualquier campus público del territorio nacional.
El Ministerio ha accedido a que sean las Comunidades las que establezcan cuáles serán las preguntas y las fechas de celebración
Aun así, el Real Decreto que se va a aprobar establece que, además, cada universidad pueda hacer su propia prueba de acceso aunque Segundo Piriz, presidente de la CRUE, ya ha adelantado que la mayoría de los campus están a favor de que no se establezcan otros procedimientos ya que daría lugar a una cierta segregación, porque no todos los alumnos pueden hacer varias pruebas en distintos lugares por falta de medios económicos, entre otros motivos.
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Lo que sí se ha acordado es que aquellos que superen la prueba además obtendrán el título de Bachillerato, aunque este punto todavía no entrará en vigor en 2017. La prueba consistirá en el examen de cinco troncales, dos asignaturas opcionales y una específica, estas tres últimas a elección de los estudiantes. En el Real Decreto también se regulará cómo será el acceso desde la Formación Profesional y se resolverán otras situaciones transitorias.
La nota final de examen será el resultado de la media de las asignaturas cursadas en Bachillerato, que valdrá un 60%, y de la evaluación de Bachillerato, que tendrá un peso del 40%. La puntuación máxima seguirá siendo sobre 14, aunque se prevé que se ponderen varias materias en función de la carrera que se quiera realizar después.
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Hasta ahora las Comunidades Autónomas eran las que diseñaban el examen y establecían la duración de las pruebas, mientras que el objetivo del Ministerio es que exista lo que han llamado una «matriz de especificaciones», en la que se determine la tipología, las preguntas, el tiempo de duración y su proporción en función de unos estándares de aprendizaje comunes. En el proyecto estaba recogido que las preguntas fueran tipo test y al final Íñigo Méndez de Vigo ha reconocido que al ser pruebas competenciales exigen preguntas más abiertas por lo que se ha desterrado la idea inicial.
A pesar de los cambios, Cataluña ha dicho que en 2017 mantendrá la Prueba de Acceso a la Universidad actual, ya que considera que hay una probabilidad muy baja de que la LOMCE siga adelante teniendo en cuenta que habrá elecciones generales. Por su parte, el Sindicato de Estudiantes considera que las modificaciones hacen que la prueba sea muy similar a la actual, pero la siguen tachando de «reválida franquista» por lo que sólo contemplan la derogación de la ley como ya explicaron a aprendemas.com.
A partir de 2018, los estudiantes que no superen las pruebas no obtendrán el título de la ESO ni de Bachillerato
Más detalles sobre la reválida de la ESO
Según informaciones publicadas por el diario El Mundo, que ha tenido acceso al proyecto de Real Decreto y a la orden ministerial, cada Comunidad Autónoma podrá fijar las preguntas y el calendario de las pruebas por libre. En el documento, que se debatirá el 13 de mayo en la Conferencia Sectorial, se vuelve a incidir en que no se podrán hacer públicas las notas de las reválidas en ninguna de las etapas educativas con el fin de establecer rankings, como ya se comprometió el Ministro.
En un principio también se establecía que las reválidas de la ESO, que se realizarán a partir de 2017, fueran tipo test con 350 preguntas pero en este punto también se ha reculado. En el borrador se recoge que los alumnos de 4º tendrán que examinarse de cuatro materias troncales (Lengua, Matemáticas, Geografía e Historia y Lengua extranjera), más dos troncales y otra específica. Además se especifica que el máximo de preguntas será de 15 en las que se incluyen cuestiones abiertas, semiabiertas aunque puede haber tipo test.
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¿Y si no se aprueban las reválidas?
Los estudiantes que no aprueben estas reválidas tanto en la ESO como en Bachillerato no podrían obtener el título ni seguir estudiando, aunque será a partir de 2018 porque en 2017 todavía son pruebas sin efectos académicos. Los alumnos que no hayan aprobado Matemáticas ni Lengua tampoco podrán hacer la reválida de la ESO, mientras que para hacer la de Bachillerato es necesario tener aprobadas todas las asignaturas.
Varias comunidades autónomas han dicho que no harán la reválida de 6º de Primaria en su territorio
Elecciones Generales a la vista
Aunque en unos días los alumnos de 6º de Primaria ya tienen que hacer la primera de las reválidas de la también conocida como Ley Wert, varias Comunidades han dicho que no las harán en su territorio y otras están en contra pero acatarán la ley. Las que no la harán son Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria, Navarra, Cataluña, Canarias y País Vasco. Por su parte, Andalucía, Baleares, Asturias, Aragón y Comunidad Valenciana sí, pero han presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional.
A esto se suma la convocatoria de Elecciones Generales, que se va a publicar en el Boletín Oficial del Estado este mismo martes. Distintos grupos políticos como PSOE, Podemos e Izquierda Unida ya han anunciado que su objetivo es derogar la LOMCE, mientras que Ciudadanos haría cambios puntuales. Al tratarse de una Ley Orgánica lleva un proceso de modificación de meses pero la situación política actual deja en el aire lo que sucederá.
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