Es innegable que enseñar es uno de los trabajos más importantes del mundo. Los profesores marcan el futuro de sus alumnos al influir en su deseo de aprender, sus conocimientos e incluso su personalidad. Pero, ¿los buenos profesores nacen o se hacen? ¿se deben guiar por su intuición o existe una fórmula mágica?
Para resolver estos interrogantes, Doug Lemov se puso a investigar qué factores determinan la calidad de su enseñanza. Tras años de observación del aula y cientos de entrevistas con alumnos y profesores tanto noveles como experimentados, dio con la receta, plasmada en su libro ‘Teach Like a Champion’.
En poco tiempo, la obra de Douglas se convirtió en un bestseller mundial, con más de 1.000.000 de ejemplares vendidos, y en la Biblia de los profesores. Su gran éxito se basa en la capacidad del autor de recopilar de manera simple y clara las técnicas más efectivas para mantener a los alumnos concentrados en clase y motivados por la materia, lo que a la postre se refleja en una mejora de sus resultados académicos.
Ahora, Magister, centro de referencia en la formación de profesorado con más de 65 años de experiencia, acaba de anunciar el lanzamiento de la primera edición en español de ‘Teach like a Champion 2.0’, traducido en nuestro idioma con el título ‘Los mejores profesores’.
A lo largo de las 614 páginas que contiene el libro digital, educadores de todo tipo obtendrán respuestas valiosas sobre cómo orientar y preparar sus clases, así como herramientas útiles y ejercicios prácticos para el desempeño de las mismas. Sin duda, un must para cualquier profesor principiante o experimentado que esté buscando métodos para mejorar el rendimiento de sus pupilos.
En esta nueva edición, disponible en ebook, se incluyen más de 70 vídeos de maestros reales y una selección de 62 técnicas para ser un buen docente, entre las que se encuentran las siguientes:
Empezar con un gancho
Empezar la lección con un «gancho», una actividad o elemento que atraiga la atención de sus alumnos, ayudará a mejorar su interés por la asignatura.
Ser cercano y estricto
A primera vista, pueden parecer dos términos contradictorios, pero los profesores efectivos pueden ser ambos al mismo tiempo y se ha demostrado que es lo más efectivo.
Preguntar en frío
Preguntar a los alumnos independientemente de si han levantado la mano permite al docente verificar el nivel de aprendizaje de cualquier alumno de la clase. Las llamadas frías refuerzan la autoridad del maestro y aumenta la concentración en el aula porque todos los alumnos saben que en cualquier momento les pueden pedir que respondan.
Mandar repetir el ejercicio
Dar a los estudiantes más ejercicios prácticos cuando no han estado a la altura les ayuda a ofrecer lo mejor de sí mismos y esforzarse por mejorar sus resultados.
Normalizar el error
Si los estudiantes entienden que los errores no son el fin del mundo sino una oportunidad para aprender, estarán más dispuestos a asumir riesgos y a aprender.