Motivación, constancia y perder el miedo. Son tres claves para aprender inglés a cualquier edad. Muchas personas se preguntan si puedes aprender un idioma como el inglés a una edad avanzada, y la respuesta no solo es afirmativa, sino que además se puede conseguir hablar el idioma con fluidez.
Es cierto que lo ideal es establecer el contacto con un idioma nuevo antes de los 10 años, porque el cerebro adulto es menos adaptable en la edad adulta. Sin embargo, la edad no es una barrera para aprender una nueva lengua, y se puede llegar a tener un nivel inglés aceptable, aunque el acento no sea tan depurado como el de una persona bilingüe.
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Los deseos para aprender inglés a una edad adulta pueden deberse a muy diferentes causas. En general, quien empieza a estudiar una lengua en la edad adulta es porque tiene una motivación laboral o bien porque dispone de más tiempo libre para dedicarlo a una actividad cultural. También hay quien quiere reengancharse al mercado laboral o ascender en su puesto de trabajo. Y hay quien busca aprender inglés por el simple gusto de aprender, por viajar o por conocer gente nueva.
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Lo importante es que todas las personas pueden conseguir hablar otro idioma con fluidez, sin importar la edad. Pero para empezar a estudiar otra lengua a una edad adulta, lo primero que hay que dejar de lado son los propios prejuicios.
Muchas personas no se atreven a dar el paso en la edad adulta, por miedo. Para otras, el principal obstáculo es la vergüenza, que es lo que permite no dar el salto a la conversación. En estos casos, la capacidad de frustración es algo que debemos aprender a dominar si queremos acercarnos al idioma inglés de una forma más tardía.
Por el contrario, los estudiantes con más edad tienen otra serie de ventajas que les permite afrontar con éxito esta tarea. Son, en general, más creativos y más pacientes. Y están más motivados. Tienen sus objetivos claros y exprimen al máximo su tiempo de estudio.
La motivación y la metodología también contribuirá al éxito a la hora de aprender inglés en la edad adulta. Resulta imprescindible incrementar la práctica del idioma en actividades diarias, como ver película en versión original. Y también hay que buscar una metodología eficaz que, más allá de la gramática, fomente la escucha y el habla, ya que el principal caballo de batalla será la pronunciación.
En cualquier caso, estudiar idiomas a una edad avanzada es bueno para el cerebro. Los expertos aseguran que con este sencillo gesto se puede, incluso, retrasar hasta en cuatro años la aparición del alzhéimer o la demencia. Esto es debido a que, al aprender otro idioma, el cerebro comienza a ejercitarse y a ser más flexible.