Hoy es 8 de marzo. Una fecha que es muy importante para las mujeres y para todas aquellas personas que creen en la igualdad porque se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer. Y, aunque a lo largo de los años, se ha conseguido avanzar en la igualdad social y económica, lo cierto es que sigue habiendo brechas de género significativas.
Y una de las que persiste es la relacionada con el empleo. Los últimos datos facilitados por Eurostat ponen de manifiesto que la tasa de empleo entre las mujeres de edades comprendidas entre los 20 y 64 años de edad fue del 66,5% en el año 2017 frente al 78% en los hombres en ese grupo de edad. Una diferencia con la que la brecha de género se sitúa en 11,5 puntos porcentuales en la Unión Europa.
La brecha de género en España es bastante similar a la de la Unión Europea, aunque se sitúa por encima de ella ligeramente, siendo la diferencia entre la tasa de empleo femenina y la masculina de 11,9 puntos porcentuales.
Curso de Promoción para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Más info aquí
Con este ratio, España entra en el ranking del Top 10 de países dentro de la Unión Europea que más brecha de género tiene, situándose justo por debajo de la media europea y ocupando la posición 22 dentro de este listado.
España pasa a así a formar parte de ese grupo de países dentro del que también están Malta con 24,1 puntos porcentuales de diferencia entre las tasas de empleo –es el país con más brecha de género-, así como Italia con 19,8 puntos porcentuales y Grecia con 19,7 puntos porcentuales.
Además, España registra una mayor brecha de género que otros países de su entorno como Reino Unido (10,3 puntos porcentuales), Francia (7,9 puntos porcentuales), Alemania (7,9 puntos porcentuales) o Portugal (7,5 puntos porcentuales), entre otros.
Aun así, Suecia y España son los países de la UE con más mujeres en sus Gobiernos
La brecha de género española dista de la de otros países más igualitarios como, por ejemplo, la de Lituania que, con una diferencia de un punto porcentual, es el país de la Unión Europea con menos diferencia entre las tasas de empleo femenino y masculino, seguido de Finlandia con 3,5 puntos porcentuales y de Noruega y Suecia, ambos con 4,0 puntos porcentuales.
La brecha de género en España ha crecido durante los años más duros de la crisis económica
Y, aunque en general la brecha de género ha ido disminuyendo en la Unión Europea, lo cierto es que en el caso de España ha ido aumentando desde el año 2012, ejercicio en el que se registró la menor diferencia con 9,6 puntos porcentuales. Una evolución que evidencia que la brecha de género en el país ha crecido durante los años más duros de la crisis económica.
>>Mira este Máster de Profesional en intervención social. Especialista en igualdad de género. Más info en este formulario:
¿Realmente hay empleos femeninos?
Pero, ¿dónde se nota menos esa brecha de género? O dicho de otra manera. ¿En qué sectores ellas lo tienen más fácil? La respuesta es sencilla: en todas aquellas profesiones que, tradicionalmente, siguen considerándose como femeninas porque en la sociedad todavía quedan resquicios de culturas y estructuras patriarcales y continúan vivos muchos estereotipos y clichés.
Entre estas profesiones están las relacionadas con el área de la salud como enfermeras, pediatras o psicólogas, aunque también la presencia femenina es mayoritaria en otros ámbitos como el periodismo y la comunicación, así como el marketing.
No faltan tampoco todas las actividades relacionadas con el sector servicios como la hostelería y turismo y el comercio, así como los servicios sociales y la educación, sobre todo, para formar a los niños en sus edades más tempranas o en el caso de aquellas personas que tienen necesidades especiales de educación.
La administración y el trabajo de secretariado o administrativo continúa siendo un ámbito predominantemente femenino, al igual que el sector de la cosmética y de la moda, entre otros.
Sin embargo, en menor medida, hay presencia de mujeres en profesiones de tipo técnico y científico porque son titulaciones menos elegidas por ellas, así como en sectores tradicionalmente masculinos como la automoción y el transporte, entre otros, aunque poco a poco se van derribando barreras de acceso y se construyen caminos hacia la igualdad.