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Universidades prestigiosas de Estados Unidos, en el punto de mira por sobornos multimillonarios

Universidades prestigiosas de Estados Unidos, en el punto de mira por sobornos multimillonarios

Se ha descubierto que varios famosos habrían pagado para que sus hijos accedieran a los programas formativos de estas universidades, descubriéndose toda una trama de sobornos multimillonarios.

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Felicity Huffman y Lori Loughlin son los nombres más famosos de un listado de medio centenar de personas con alto poder adquisitivo –no todas son conocidas ni forman parte del elenco de actores de Hollywood-, que habrían realizado pagos para que sus hijos pudieran entrar en las universidades de más prestigio en Estados Unidos. Entre ellas, figuran Yale, Stanford, Georgetown y la Universidad del Sur de California.

No ha sido el único hecho que ha puesto en el punto de mira al sistema educativo universitario de este país, ya que también se ha comprobado que se valieron de diferentes tramas y mentiras para conseguir ese acceso. En concreto, los primeros indicios apuntan a que se realizaron trampas en los exámenes, además de simular un talento deportivo que no se tenía, informa la CNN.

De acuerdo con los datos del Departamento de Justicia, por ejemplo, en el ámbito deportivo, se pagaba a William Rick Singer, que dirigía consultoras educativas para crear historiales falsos de logros deportivos en la escuela secundaria, además de persuadir o sobornar a entrenadores para que hubiera más probabilidades de admisión del estudiante.

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En el caso de los exámenes, se sobornaba a los funcionarios para tener acceso a las respuestas o bien para que los hijos fueran sustituidos por otros estudiantes más talentosos.

Pero el caso de los exámenes es todavía más escandaloso porque se llegó a diagnosticar de forma falsa dificultad de aprendizaje para tener más tiempo para responder las preguntas. Además, estos estudiantes se examinaban en un lugar tranquilo en el que se cambiaba a un examinador oficial que recibía una cantidad económica.

Esto ha hecho que las universidades estén en el punto de mira, reaccionando desde las instituciones académicas con declaraciones en las que aseguran que son víctimas de estos supuestos esquemas delictivos. Además, en algunas de ellas, se ha anunciado que se realizarán investigaciones internas y despidos.

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Pero esta situación no solo ha alertado de este tipo de tramas, sino que también ha hecho que se cuestione el sistema de admisión de la mayoría de las 100  mejores universidades de Estados Unidos. El motivo no es otro más que se considera que se estimula la admisión de estudiantes cuyos progenitores o antepasados han estudiado en esa institución.

Esto constituye una desventaja para los estudiantes de primera generación, aunque entidades como Century Foundation no han dudado en calificarlo de “acción afirmativa para los ricos”, quienes además pueden aumentar las probabilidades de admisión de sus hijos a través de donativos.

Incluso se están cuestionando también los exámenes estandarizados porque se considera que favorecen a los estudiantes con más poder adquisitivo, porque son quienes tienen acceso a tutores, clases especializadas y a cursos preuniversitarios en escuelas universitarias privadas de élite. Un sistema que se señala como “un laboratorio de pruebas de la transferencia de ventajas sociales”, según explican los autores de Class Warfare: Class, Race, and College Admissions in Top-Tier Secondary Schools’ y recoge la CNN.

El fiscal estadounidense de Massachussets, Andrew Lelling, también se ha manifestado al respecto, indicando que “no puede haber un sistema de admisión distinto para los ricos. Tampoco habrá un sistema de justicia penal distinto”. Pero, habrá que esperar a la respuesta de los tribunales para ver si realmente se acaba con la diferenciación por poder adquisitivo.

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