Generación 2015, a través de la productora Dos cincuenta y nueve Films, ha sentado a 27 jóvenes considerados millennials para que hablen de quiénes son sus seres queridos y qué es lo que les van a regalar. Las respuestas, en un primer momento, son de lo más convencional dentro de las opciones materiales que ofrece cualquier centro comercial, entre ellas dulces, tecnología o libros. Las respuestas, sin embargo, cambian cuando la pregunta es cuáles serían sus regalos si les tocara la lotería. Viajes, coches de lujo y casas fueron algunas de las opciones más citadas.
Por último, a los jóvenes se les pregunta qué regalarían a sus seres queridos si fueran sus últimas Navidades. Entonces ninguna de las respuestas pasa por objetos materiales, sino por cosas que no se pueden adquirir con dinero. “Le regalaría mi presencia”, señala un joven, mientras que otro afirma que “le pediría perdón por las veces que hemos discutido” y añade que “intentaría esforzarme más en tener un buen trabajo y demostrarle que valgo la pena como hijo”.
Una chica afirma que le regalaría su tiempo, y otra asegura que “nos contaríamos las cosas que nunca nos hemos dicho, él por ser como es y yo por haberme vuelto muy cómoda”. Reunir a la familia completa para dar una sorpresa a esa persona especial, llevarle al pueblo o “sacarle de la residencia y acompañarle a jugar a las cartas” son algunas otras respuestas.
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La fundación señala al final del vídeo, que se ha vuelto viral al haberlo visto más de un millón y medio de personas, que los 27 jóvenes participantes desconocían el contenido de las preguntas realizadas y que todos ellos coincidieron en la necesidad de replantearse sus regalos.
Movido a través del hashtag #yocambiomiregalo, Generación 2015 afirma que este vídeo no solo es replantearse cómo en estas fechas nos centramos en cosas materiales olvidándonos de los valores más humanos, sino también dar la voz a los millennials para que sean ellos mismos los que nos expliquen cómo está cambiando el mundo. Una mirada a través de casi una treintena de jóvenes que acaba cayendo en la cuenta de la importancia de valores como el respeto o compromiso.