La universidad es un momento de cambio y no sólo por el paso al ciclo superior. Todo es nuevo, empezando por los compañeros. Todos empezarán juntos, pero poco a poco se irán creando grupos y surgiendo conexiones únicas entre alumnos.
Esos nuevos amigos y la forma de agruparlos pueden ser claves para determinar el éxito académico y social de cada persona. Así se desprende del estudio “Amigos y Beneficios Académicos” publicados por Janice McCabe, de la Universidad de Dartmouth y adelanto de su próximo libro “Conectando en la Universidad: como las redes de amigos afectan a éxito social y académico”.
La investigación ha analizado las redes sociales de 67 estudiantes de una universidad del medio oeste de Estados Unidos. El estudio se ha centrado en el papel de los grupos de amigos en la vida y la densidad de los lazos entre compañeros. Al final, ha conseguido agruparlos en torno a tres grupos: los concentrados, los compartimentados y los dechados o tipo muestrario.
Los concentrados cuentan con un único grupo de amigos muy denso. Todos se conocen dentro del mismo y se asemeja a una bola de lana. Según el estudio este modelo es característico de las personas de color o latinos, minoría en la región. Las personas con este tipo de redes se refieren a sus amigos como su familia y dependen mucho unos de otros en términos sociales.
Este apoyo en las redes concentradas también se traslada a al ámbito académico cuando hay alguna deficiencia en el aprendizaje, lo que es un arma de doble filo, ya que puede ayudar a hundir a los más válidos cuando falta motivación.
Por otro lado las personas que compartimentan sus amistades tienen varios grupos de de amigos que no tienen relación entre ellos. Su representación gráfica sería una pajarita.
Esta forma de separar amistades permite tener un grupo para estudiar y otro para divertirte. Eso permite un increíble balance entre ambos mundos. Esta distribución es típica de personas de la clase media, y les permite separar más su rendimiento académico de sus amistades.
Por último, los que tienen un muestrario apuestan por amistades de a uno en lugar de por grupos. Cuentan con amigos desconectados entre ellos y la traducción gráfica de su círculo de compañeros sería el de una magarita. Según el estudio se trata de personas independientes, cuyo rendimiento académico no está en absoluto supeditado a sus relaciones.
El estudio también ha descubierto que, en contra de lo que suele pensarse, los estudiantes saben identificar a quienes les distraen y organizan sus redes de contactos de forma estratégica para ayudarles en los estudios. Las fórmulas más exitosas dependen del tipo de red.
En la mayoría de casos, el tipo de red de amistades de la universidad se traslada a la vida de adulto. Además, las más exitosas a nivel académico son también las más duraderas en el tiempo.
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