El mundo cambia a pasos agigantados y la educación debe ir a su ritmo. Con la inclusión de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la vida, la innovación se hace cada vez más necesaria. De hecho, según Tony Wagner, miembro del Laboratorio de Innovación de la Universidad de Harvard, el hecho de ser innovador será una garantía más para el futuro profesional de los niños, como explica en la conferencia «Reinventado la educación del siglo XXI».
<iframe width=»400″ height=»225″ src=»https://www.youtube.com/embed/54gzmxlPbsA» frameborder=»0″ allowfullscreen></iframe>
Wagner define a la persona innovadora como «alguien que soluciona problemas de forma creativa» y considera que ese carácter innovador se define en la escuela, por lo que aboga por la importancia de aprender a cometer errores y a fallar como una parte del proceso de ser innovador.
Y lanza una pregunta: ¿cuáles son las habilidades más importantes en la nueva economía? El profesor, tras hablar con representantes de gigantes empresariales como Amazon o Unilever para conocer las carencias que encontraban en candidatos recién titulados, ha encontrado siete habilidades que él llama «de supervivencia», útiles tanto para el trabajo, como para el aprendizaje y la ciudadanía en general.
Wagner comienza apelando al pensamiento crítico y la resolución de problemas, con la habilidad de hacer las preguntas correctas y no con la memorización de respuestas correctas. Otra de sus propuestas es el trabajo colaborativo a través de redes y el liderazgo por influencia, pues se trabaja cada vez más interconectando equipos especialmente en el ámbito empresarial para buscar la mejor solución. También el sentido de la iniciativa y el carácter emprendedor, que preocupa a muchos empresarios mantenerlo en el tiempo entre sus trabajadores, algo que considera esencial a la hora de marcar pequeñas metas u objetivos y alcanzarlos.
Otro de los puntos pasa por la capacidad de adaptación a los cambios, un reto quizás difícil de conseguir si tenemos en cuenta la continuidad e inmovilidad que se da en las escuelas, como apunta Wagner.
Por otra parte, una de las principales carencias que encuentran empresarios y profesores universitarios en los jóvenes es que tengan una buena comunicación oral y escrita, de cara a que sea persuasiva.
Y, por último, la búsqueda y análisis eficaz de la información, es decir, que los jóvenes sean capaces de realizar una búsqueda efectiva en Internet, así como hacer buenas preguntas y saber analizar los resultados y aplicarlos a la resolución de problemas.