Desde pequeños hemos crecido con superhéroes como Superman, Spiderman, Batman, Hulk y el Capitán América. En el carácter de estos personajes de ficción se pueden encontrar aspectos positivos y negativos. La parte buena consiste, por ejemplo, en defender y proteger al débil, usar su talento para ayudar a otros y luchar por una causa que es más grande que ellos mismos. Sin embargo, también se puede percibir un lado negativo relacionado con determinadas conductas violentas.
Para salir de dudas sobre lo que realmente les llega más a los niños en edad preescolar cuando consumen cultura de los superhéroes, Brigham Young University en Utah (Estados Unidos) ha realizado una nueva investigación. En su estudio se demuestra que en estos casos los niños de esa edad asimilan más la conducta agresiva que la prosocial – es decir, el papel de defensor -. Según la autora principal, Sarah M. Coyne, esto se podría deber a la complejidad de los contenidos de los superhéroes, que tienen tramas en las que se entrelazan estos dos tipos de comportamiento y los preescolares no tienen aún la capacidad cognitiva de identificar el mensaje moral que a menudo hay detrás de esas historias. De hecho, la mayoría de estos contenidos de superhéroes no han sido creados para niños preescolares, aunque éstos suelan verlos regularmente.
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Así, este estudio afirma que los niños en edad preescolar que frecuentemente interactúan con la cultura de los superhéroes son más propensos a ser más agresivos, menos sociables y menos dados a defender a niños que estén sufriendo bullying.
Un total de 240 niños participaron con sus respectivos padres en este estudio. Por un lado, los padres respondieron sobre el nivel de implicación que sus hijos tenían con la cultura de los superhéroes, la frecuencia con la que veían este tipo de contenido y en qué medida se identificaban con superhéroes. Por otro lado, se entrevistó por separado a los niños, a los que se les pedía que citaran 10 superhéroes populares, indicaran sus favoritos y explicaran por qué ellos creían que ese superhéroe era el mejor.
A la hora de elegir a su superhéroe favorito, el 10% de los niños entrevistados señalaron el papel de defensor de su “ídolo”, el 20% asociaban a su superhéroe con una capacidad violenta y el 70% restante decían que sus superhéroes tenían cualidades buenas por naturaleza como “ser grande y fuerte”.
Consumo moderado
A pesar de las citadas conclusiones, publicadas en Journal of Abnormal Child Psychology, esta investigación no sugiere que los niños preescolares deban “desengancharse” completamente de la cultura de los superhéroes, sino que su consumo debe ser moderado, lo que incluye no solo ver sus películas y el hecho de identificarse con sus personajes sino también comprar sus juguetes y disfrazarse de su superhéroe favorito.
Coyne resalta que “la idea del estudio no es prohibir a los superhéroes, ya que ellos pueden ser una parte divertida y mágica de la infancia”, sino que “se trata de encontrar el equilibrio y las formas de hablar sobre ellos que se centren en sus aspectos positivos.”
Además, esta investigación señala que los padres deberían fomentar que sus hijos tengan una amplia variedad de intereses – no solo superhéroes – y hablarles sobre la influencia de los medios de comunicación.