La salud mental de los niños y adolescentes españoles se vio afectada durante los tres meses que duró el confinamiento en España a causa de la pandemia de covid-19. Según una investigación realizada por la Universidad Miguel Hernández, casi el 70% de los menores padeció problemas de concentración, y un 89% presentó alteraciones de comportamiento durante el confinamiento.
Pero además de a nivel anímico, el confinamiento también afectó a estado físico de los menores pues, según este mismo estudio, sólo el 14% del total pudo cumplir la recomendación de la OMS de practicar una hora de ejercicio al día.
Ahora, con las medidas de distanciamiento social que se han impuesto con la vuelta a las aulas, la falta de contacto de los jóvenes con su entorno podría traer a largo plazo, algunas consecuencias para su salud física y mental, según reconoce el catedrático de Pedagogía Social de la UOC, el profesor Jordi Planella Ribera.
«La formación, hasta el Bachillerato, tiene que incluir el contacto con los demás, cuerpo a cuerpo».
En su opinión, para paliar esa falta de contacto físico entre los jóvenes es conveniente que se empiece a hacer una apuesta por las actividades de expresión corporal dentro del sistema educativo.
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«La formación, hasta el Bachillerato, tiene que incluir el contacto con los demás, cuerpo a cuerpo, aunque en este momento esté mal visto, demonizado, prohibido», afirma el profesor Planella, quien propone apostar por la danza, el teatro, la música o por cualquier otra actividad que implique una acción corporal sin poner a los jóvenes en riesgo de contagio.
Danza, música o teatro.
Este profesor de la UOC lleva más de veinte años defendiendo que en los colegios e institutos de toda España se introduzcan este tipo de actividades en las que se trabaja la expresión corporal en las aulas y, en su opinión, ahora más que nunca es necesario buscar una educación integral que apueste tanto por la salud mental como física de los jóvenes.
Por ello, su principal reivindicación ahora es que con la vuelta a las aulas en la segunda ola de coronavirus, los centros educativos deberían repensar las materias que se van a impartir este curso.
«Hay que proyectar el ser humano como integral, con distintas dimensiones, y el aspecto espiritual y el corporal tendrían que estar presentes en las prácticas educativas», afirma este experto.