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Aula de MyLand

Foto: Aula de MyLand

Pedagogías alternativas: aulas que se reinventan

Situar en el centro los intereses del menor y un cambio de rol en el profesorado, rasgos distintivos.

Comunidades de aprendizaje, escuelas democráticas, educación no directiva y medioambiental, madres de día y grupos de crianza, escuelas Montessori o centros Waldorf. El directorio de pedagogías alternativas Ludus.org registra 585 proyectos en toda España. Esta base de datos surgió en junio de 2013 como iniciativa de Almudena García, una madre descontenta con los recursos de la escuela tradicional. La oferta está organizada por tipo de pedagogía, además por ubicación y grupo de edad al que se dirige.

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La Asociación Educativa MyLand es uno de los proyectos registrados en Ludus. Como la mayoría de las propuestas, surge por la iniciativa de madres y padres, en concreto Cynthia y su pareja, una madre que además también es profesora. La rigidez, la falta de creatividad y la despreocupación por los aspectos emocionales dominantes en el esquema tradicional suelen ser los motivos que llevan a familias y profesionales de distintas disciplinas a poner en marcha iniciativas alternativas.

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MyLand comienza en 2011. Cuatro años después se encuentra en pleno proceso de homologación como escuela internacional a través de New England Association of Schools and Colleges (NEASC). Cynthia explica que se ha decantado por esta vía por la rigidez de los requisitos que la legislación española tiene para los centros docentes privados. A la hora de proceder a autorizar un centro de estas características, algunos requisitos a los que obliga la legislación española considera que carecen de sentido. En España, los centros educativos, por ejemplo, deben clasificar a los alumnos por edades y por aula. En el ámbito de las pedagogías activas se propone mezclar alumnos de diferentes edades, por lo que si se quiere juntar a niños de 7 y de 8 no es viable, y además, en ese caso, “ya no necesito dos aulas, sino una”, explica.

Poner en el centro los intereses del menor y un cambio de rol del profesorado son dos objetivos comunes entre la variedad de propuestas que están surgiendo en España. En el caso de MyLand y otras muchas, el nuevo rol del docente comienza por un cambio denominación que redefine sus funciones. Así, los acompañantes intervienen respondiendo a la curiosidad infantil.

El centro está ubicado en un lugar con zonas verdes, es amplio y luminoso. La disposición del aula también es característica: “El entorno es muy importante”. El aula de Infantil es de unos 90m2 y muy luminosa. “Tenemos rincones Montessori y zonas de encuentro, como la alfombra central donde todas las mañanas nos reuniones para hablar de lo que vamos a hacer el en el día”. Unas clases diseñadas para ellos, con muebles ligeros para que sean ellos quienes puedan moverlos fácilmente, materiales de diferentes texturas (letras de madera, lija o fieltro) porque cada uno es diferente, y una pizarra, claro, “pero colocada a su altura, no a la nuestra”. Una vez empezada la clase se les deja que empiecen a jugar con los materiales con libertad.

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La pregunta que asalta es: ¿pero aprenden lo que deben?

“Los niños cumplen con los requisitos curriculares de sobra”, responde Cynthia. De hecho, añade, “es imposible que no aprendan”. Los recursos educativos toman referencias de la vida práctica y se recurre al trabajo por proyectos, como The very hungry Caterpillar (La oruga glotona), actividad en que se explica el ciclo de vida de una mariposa y que fue sugerida después de que un niño llevara a clase una caja con gusanos de seda. Con esta dinámica se trabajan aspectos como la psicomotricidad, al realizar ‘la comida’ para la oruga con pasta de sal, así como competencias en lengua extranjera, dado que el cuento se relata en inglés, y conceptos matemáticos, pues hay que contar cuántas manzanas y naranjas comerá la oruga antes de convertirse en una mariposa.

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Si un niño muestra interés por algo, en MyLand tratan de satisfacer ese interés de una manera didáctica y colectiva. Como sucedió después de que una madre dijera que su hijo había desarrollado un tremendo interés por los sistemas de riego por goteo. Tanto fue así que se aprovechó para hacer la instalación de uno en el que participaron todos, incluidos padres y madres. “Se trabajaron conceptos matemáticos al decidir el número de metros de tubo que se necesitan; las competencias en lecto-escritura, al realizar el listado de los materiales”.

Pedagogías alternativas. Escuela Libre Micael
Alumno dibujando | Escuela Libre Micael

Entre las metodologías alternativas surge la Waldorf, aunque Antonio Malagón, presidente de la Asociación de Centros Educativos Waldorf y director de la Escuela Libre Micael recuerda que es una pedagogía con cerca de un siglo de recorrido y que se ha ido reinventando para adaptarse a cada época. Bajo el prisma propuesto por Rudolf Steiner, la educación debe abordarse desde una metodología ausente de rigidez, “en la que los profesores se convierten en investigadores del alumnado y en la que la formación va en consonancia con el proceso madurativo”, explica Malagón.

Durante la etapa infantil, se propone fomentar la imaginación, potenciar la psicomotricidad y lo artístico. Por ello se da importancia al juego libre, vivencia la naturaleza, introducir actividades como hacer pan o cuidar el huerto, también realizar pequeñas representaciones teatrales y fiestas “con las que alimentar la capacidad de asombro de los alumnos”.

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Los centros Waldorf mantienen los ratios por clase y se sigue el currículum que se propone desde Educación. En Primaria y Secundaria la distribución de las asignaturas se realiza en función de los ritmos biológicos de los seres humanos. “Educamos en el pensar, en el sentir y en la voluntad”, explica Antonio. De esta forma al comienzo del día, se abordan las materias intelectivas, a las que se dedica dos horas durante un periodo de tres semanas, “de esta manera se puede profundizar e investigar”. Las horas del medio se utilizan para materias como Teatro, Música, Idiomas extranjeros, y las última parte de la mañana, “que es cuando ya están más cansados”, es la hora de los talleres en los que se teje lana, se trabaja materiales como la madera, el cobre o el barro. “Si hay una representación teatral, son ellos quienes confeccionan sus trajes”. Y con respecto a los libros de texto aclara que “los hacen ellos mismos, realizando sus ilustraciones”.

Otro aspecto que resulta importante es la participación de la familia en la vida escolar. Razón por la que cada trimestre se celebran unas fiestas pedagógicas, en las que el alumnado realiza una muestra de lo aprendido, frente a una audiencia de casi 400 personas (asisten estudiantes de todas las edades y sus familias): “es también una forma de aprender a expresarse en público”.

Nuevos centros, nuevas ideas

El espectro de las pedagogías activas va de lo más formal a la educación libre y “las escuelas democráticas son el ejemplo más libre que te puedes encontrar”, explica Paula Quintana, profesora de inglés de Primaria y fundadora de La Rosa de los Vientos, un proyecto educativo ubicado en Manzanares del Real, en la zona norte de Madrid, que el 8 de septiembre abre por primera vez sus puertas. “Estamos realizando charlas informativas pero todavía no sabemos si podremos empezar en septiembre o cuándo”.

La organización se basa en la convivencia de alumnos entre 4 y 18 años. No hay separación por edades, ni tampoco por aulas y se organiza de forma democrática. “Ellos son los que establecen las reglas. A cada miembro de la comunidad educativa le corresponde un voto y se organiza mediante una asamblea”. El espacio se organiza en función del interés de los niños. Una vez que los críos llegan a la escuela “tienen libertad para hacer lo quieran y tampoco hay un horario establecido”; puede darse una mínima estructura o incluso que los alumnos demanden clases formales, caso en el que se procedería a la clase magistral, “pero todo siempre en función del interés del alumno”.

Esta sería una primera aproximación a las comunidades de aprendizaje autodirigido. “Cada uno es responsable de su propio aprendizaje y no hay nadie que te esté supervisando ni evaluando, tampoco hay unos objetivos preestablecidos, pues se considera que cualquier área de conocimiento es igual de válida que otra”. La falta de un currículum preestablecido y la ausencia de un sistema de evaluación hace difícil que encajen en el sistema de acreditación previsto por el actual marco legal español.

La mayoría de estas iniciativas son de carácter privado, con el consiguiente pago de una cuota mensual que variará en función de los recursos necesarios y el número de alumnos.

Lo alternativo y su sitio en el sistema educativo

En lo que respecta a la escuela pública, Mar Romera, pedagoga, profesora y presidenta de la Fundación Francesco Tonnuci, opina que, “la última reforma del sistema educativo, en cuanto a currículum escolar, ha supuesto un retroceso en lo relativo a pedagogías activas. El currículum se ha cerrado, la autonomía de centros y de docentes se ha limitado mucho más y por lo tanto la innovación se complica”.

El Colegio María del Mar Romera (lleva su nombre por ser la autora del método que se aplica en el centro) está ubicado en Rincón de la Victoria, Málaga. Este centro público de nueva creación es el ejemplo de la apuesta por un programa de innovación y un proyecto educativo diferente. “Se trabaja con material propio, sin utilizar libros de texto, con grupos interactivos y con base en la estimulación de todas las inteligencias y lenguajes”, explica.

Según Romera, en este colegio se está desarrollando un modelo educativo basado en el paradigma de las inteligencias múltiples, la neuroeducación, las formas y maneras de pensar, el trabajo colaborativo y cooperativo y otras metodologías activas y alternativas. Y todo gracias a que un equipo “ha invertido miles de horas de su tiempo libre, financiar su formación de forma personal y constantes justificaciones ‘por salir de la norma’, que más que de la norma podríamos decir de la costumbre” y todo esto más un claustro sin estabilidad, “otro de los grandes problemas del sistema”.

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“El objetivo es aprender a preguntar no a contestar”

Pese a todo, Romera apunta que existen voluntades individuales o pequeños grupos, “y existen muchos casos”, que entienden que la educación, la infancia y el futuro realmente merecen la pena.

También en la educación superior

Mirando hacia la educación superior, se observan prácticas que buscan introducir al alumno en la realidad de lo que uno tiempo más tarde será su profesión. Enrique Chacón es profesor del Máster en Psicología Generalista Sanitaria de la Universidad Europea. Con el objetivo de poner en práctica el conocimiento adquirido en la asignatura Evaluación y Diagnóstico, se ha recurrido a un grupo de actores para que hagan de pacientes, a quienes los psicólogos (los alumnos) deben tratar y diagnosticar.

Al principio eran los profesores quienes actuaban como pacientes pero vieron que los alumnos no lo tomaban en serio y se salían del papel. “Lo que pretendemos con esta práctica es que pongan atención al papel del psicólogo. Los alumnos tienen que entender que están trabajando con personas, aunque reaccionen sin reaccionar eso influye en el paciente”. Mediante dinámicas grupales, los futuros psicólogos atienden al paciente (actor-actriz) de forma sucesiva. “Se hacen pausas, en las que el actor se queda paralizado. En ese momento los alumnos interactúan entre ellos y reciben las sugerencias de sus compañeros. Queremos que se pongan por primera vez en la piel del psicólogo y que aprendan a hacerse las preguntas que hay que hacerse”.

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