El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, se reunió ayer con el presidente de CRUE-Universidades Españolas, Segundo Píriz, quien ha escuchado de boca del ministro que la reválida de Bachillerato tendrá una estructura similar a la antigua PAU.
Los alumnos, según ha confirmado Méndez de Vigo, solo tendrán que examinarse de las asignaturas troncales de segundo curso, y no de las troncales de primero y segundo como estaba previsto inicialmente. Además, se mantiene el distrito único en la admisión, tal y como se solicitaba desde la CRUE-Universidades Españolas y desde las Comunidades Autónomas.
De esta manera, las otras dos asignaturas de las que pueden examinarse los alumnos servirán para subir nota, pero no la bajarán. Así, las cuatro troncales generales puntuarán del 0 al 10 y las dos troncales de opción servirán para ponderar del 10 al 14.
En la PAU había cuatro exámenes obligatorios y otros dos, ampliables a cuatro, voluntarios, que servían al alumno para subir nota. Por tanto, la mayor diferencia que existe entre la PAU y la reválida es que en esta última habrá que hacer seis exámenes de forma obligatoria, aunque dos de ellos no cuenten.
Otro aspecto que ha cambiado es la gestión de la prueba, que antes estaba en manos de las universidades y ahora son las Comunidades Autónomas las que la gestionarán, si bien en casi todas las regiones los gobiernos regionales han pedido a los rectores ayuda para elaborarla.