Un 90% de los docentes consultados por un estudio elaborado por la Universidad de Londres y publicado en la revista Oxford Review of Education, dice que su trabajo exige un nivel muy alto de dedicación, frente al 54% que opinaba lo mismo hace 25 años. No hay ninguna profesión que tenga una percepción tan alta del nivel de exigencia. Tan solo los gerentes de servicios sociales y de la salud y los profesionales dedicados al derecho se acercan a esa sensación de tener que lidiar con un trabajo tan duro como dicen los docentes.
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Ninguna profesión tiene una percepción tan alta del nivel de exigencia.
La disminución de la calidad de su trabajo que perciben los docentes va más allá del salario y las horas trabajadas, sino que afecta a otros aspectos, como la formación y el bienestar laboral. Así, un 85% de los profesores afirma que vuelve a casa agotado del trabajo, frente al 72% que opinaba lo mismo 2017. Además, es una cifra más alta que la que ofrecen otras profesiones, en las que un 44% opina lo mismo, frente al 45% de 2017.
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El profesor Francis Green, autor de este estudio, afirma que las investigaciones sugieren una relación entre la disminución del bienestar laboral y la percepción de una menor calidad del trabajo, independientemente de las largas jornadas laborales a las que tienen que hacer frente los maestros. Según el investigador, esta cuestión sería un problema a abordar, ya que puede ser el detonante de que haya cada vez menos docentes o que abandonen antes la profesión.
El factor que les hace perder calidad laboral es el intenso trabajo al que se ven sometidos los docentes. “Cualquier mejora que se produzca en el trabajo de estos profesionales sería beneficiosa, no solo para ellos, sino también para las escuelas y los alumnos”, ah señalado Green.
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Hasta el momento, la calidad del trabajo se había medido por el sueldo y las horas trabajadas, pero este último estudio ha introducido también otros parámetros, como la intensidad de la jornada laboral, las posibilidades de formación o el control que los docentes tienen de su propio trabajo.
Para realizar la investigación se entrevistaron a un total de 857 docenes de entre 20 y 60 años de escuelas infantiles, de Primaria, Secundaria y especiales en Gran Bretaña, con un 72% de mujeres, un 86% de residencia en Inglaterra y un 13% perteneciente al sector privado. Los resultados demuestran que los docentes de Escocia y los del sector privado tienen una menor presión laboral, si bien estos últimos apuntan a una menor formación laboral de calidad.
En general, los profesores demandan tener un mayor control sobre su trabajo (24%), ya que la capacidad en la toma de decisiones se redujo de un 45% en 2012 a un 10% en 2017. Además, el estudio concluye que un 16% de los docentes tiene el doble de probabilidad que otro profesional de sufrir estrés.
Por el contrario, los docentes han informado de mayores niveles de satisfacción que otros profesionales por sus oportunidades de promoción y por su estabilidad laboral. Otro aspecto positivo que destacan los profesores es que el salario no ha disminuido a largo plazo.
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