Siempre se ha dicho que es mejor que los niños aprendan las letras y sus sonidos asociados lo más pronto posible para que puedan leer correctamente dada la importancia de la lectura, que es clave para desarrollar y adquirir otras habilidades.
Y, en este proceso de aprendizaje, se ha desvelado recientemente que, además, son necesarias otra serie de pautas para enseñar a los niños a leer, aportadas por el Departamento de Psicología de Norwegian University of Science and Technology.
Y una de las principales claves para favorecer ese aprendizaje es que los niños aprendan las letras en el contexto de las palabras. El motivo no es otro más que se ha demostrado la conexión entre aprender letras y sus correspondencias de sonido con romper el código de lectura.
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Leer y escribir letras individuales es muy diferente a poner las letras juntas en palabras que tengan sentido porque las variaciones de letras individuales pueden ser múltiples. Por ejemplo, las letras del idioma noruego se pronuncian de una manera más consistente en comparación con otras lenguas extranjeras, como el inglés, y varían lo suficiente para que los niños necesiten tiempo para conocer su pronunciación porque es distinta en determinadas palabras a como suenan de manera individual.
¿Qué hacer para que los niños mejoren la lectura?
Todo depende de si han conseguido ya o no descifrar el código de lectura. Por ejemplo, en el caso de aquellos niños que todavía no lo han descifrado, tienen que aprender suficientes letras y sus sonidos para comenzar a practicar la unión de palabras.
Por su parte, los niños que han descifrado el código de lectura, es conveniente que tengan los desafíos apropiados para que puedan desarrollar más sus habilidades de lectura. Un paso para el que es preciso que dispongan de libros que despierten su interés.
Pero, sobre todo, se debe animar a los niños a que lean porque, para ser buenos en la lectura –como en cualquier otra disciplina-, se necesita practicar y comenzar cuanto antes. El papel de los padres es así fundamental para que alienten este interés de los niños por la lectura desde pequeños.
Y ¿qué deben leer para desarrollar una buena capacidad lectora? El contenido, en realidad, no es tan importante. La clave está en que el niño aproveche bien el tiempo para aprender y mejorar su lectura.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación de la Norwegian University of Science and Technology estudió a 356 niños de entre 5 y 6 años de edad. De ellos, el 11% sabía ya leer cuando comenzaron la escuela y el 27% no había aprendido todavía al final del primer año escolar. Dentro de este último grupo, estaban los niños que sabían menos letras.
Estos datos –eliminando entre el 5% y el 10% por problemas de dislexia-, podrían indicar que uno de cada cuatro niños practica muy poco la lectura o bien carece de motivación en su primer año escolar. No obstante, puede haber algunas diferencias por género porque se ha demostrado que las niñas son mejores en lectura que los niños desde el principio.