La finalidad de todo ser humano es vivir su vida de la forma más feliz que le sea posible. Por eso, es muy habitual que todos tratemos de añadir a nuestro día a día todos aquellos factores que nos hacen sentir más felices.
Este es precisamente el tema que se ha tratado en uno de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial, y en el que bajo el título ‘Mejor en persona’ , Antonio Fraguas, Forges y Juan Cruz, han puesto de manifiesto la el poder que tiene una sonrisa.
En esta charla, sus protagonistas han dejado claro que, el humor es un elemento que cura a las personas y que sin él, no se puede vivir. «El ser humano tiene varias formas de respirar, como la lectura, el pensamiento y el amor», ha indicado Forges.
Trabajo y amor
Y sobre el amor también ha hablado el psiquiatra Enrique Rojas, en el marco de las Jornadas Nacionales sobre Esquizofrenia en Palencia. Este experto ha destacado en su conferencia que, el amor y el trabajo son elementos que conjugan la felicidad de las personas.
En este sentido y hablando sobre el trabajo, Rojas opina que el desarrollo de un proyecto laboral y sacar el máximo partido a las actividades profesionales, es uno de los puntos clave para el desarrollo de una personalidad madura. Por ello, ha declarado que, «una persona desempleada es una persona tocada».
Y respecto al amor, este experto en psiquiatría destacó el papel fundamental que ejerce este sentimiento en el proceso de construcción de la madurez personal, y mediante una gestión correcta del mundo sentimental.
Para él, «el amor constituye el primer argumento en la vida del ser humano», además, opina que el amor de pareja para toda la vida no existe, sino que hay que trabajarlo día a día.
Asimismo, Rojas ha destacado otros rasgos que influyen directamente en la personalidad madura y, en este sentido ha hecho hincapié en el humor como uno de los puntos clave para la construcción de esa madurez.
La fórmula de la felicidad
¿De qué depende la felicidad de una persona? Esta es la pregunta que se ha hecho un grupo de científicos del University College de Londres, que han concluido que ésta depende directamente de las personas que nos rodean, y no de uno mismo, como se suele pensar.
Para resumir sus conclusiones han presentado una fórmula matemática, llamada ‘la ecuación de la felicidad’ que corrobora que, las personas son menos felices cuando perciben desigualdades entre ellos y otras personas.
Esta investigación contó con la participación de 39 voluntarios, a los que invitaron a participar en diversos juegos de azar para ganar dinero. Por lo general, los participantes se sentían más felices cuando sus compañeros ganaban la apuesta, en lugar de perderla. Y si perdían, también tendían a ser más felices si sus compañeros perdían.
En definitiva, se trata de la primera vez que un estudio establece una relación directa entre la generosidad y al felicidad, influenciadas ambas por la desigualdad.