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Padre e hijo pasando tiempo juntos. | Foto de @aleksandarlittlewolf vía Freepik

Foto: Padre e hijo pasando tiempo juntos. | Foto de @aleksandarlittlewolf vía Freepik

La Universidad de Cambridge realza la importancia del tiempo entre padres e hijos para las habilidades sociales

El estudio de la Universidad de Cambridge demuestra los beneficios de una fuerte conexión entre padres e hijos en edades tempranas.

La infancia es una etapa esencial en la vida del ser humano porque es aquí cuando se forja la personalidad y se adquiere la mayor parte de las cualidades que tenemos en la edad adulta. Un estudio de la Universidad de Cambridge realizado por el Dr. Ioannis Katsantonis de la Facultad de Educación, pone en valor las relaciones entre hijos y padres en edades tempranas.

Esta investigación concluye que los niños que tienen una fuerte conexión con sus progenitores desde pequeños son más ‘prosociales’ cuando llegan a la adolescencia. Esto se refiere a comportamientos socialmente deseables como la amabilidad, la empatía, la ayuda, la generosidad o el voluntariado.

Para realizar este estudio, se utilizó una base de datos de 10.000 personas en Reino Unido que habían nacido entre el año 2000 y el año 2002 para comprender la interacción a largo plazo en las relaciones tempranas entre los hijos y sus progenitores.

Los investigadores descubrieron que las personas que experimentaron relaciones cálidas y amorosas con sus padres a los tres años, no sólo tendían a tener menos problemas de salud mental durante la primera infancia y la adolescencia, sino que también mostraban mayores tendencias «prosociales”.

Concretamente, el estudio encontró que por cada unidad estándar por encima de los niveles ‘normales’ en la que la cercanía de un niño era mayor a los tres años, su prosocialidad aumentaba en 0,24 de una unidad estándar en la adolescencia.

Por el contrario, los niños cuyas primeras relaciones con los padres fueron emocionalmente tensas o abusivas, tenían menos probabilidades de desarrollar hábitos prosociales con el tiempo.

Salud mental y prosocialidad

Este estudio liderado por el Dr. Karsantonis encontró, además, cierta evidencia de un vínculo entre los problemas de salud mental y la prosocialidad.

En particular, los niños que mostraban síntomas de salud mental externalizados superiores al promedio a una edad más temprana, mostraron menos prosocialidad de lo habitual más adelante.

Por ejemplo, por cada aumento de unidad estándar por encima de lo normal que un niño mostraba problemas de salud mental externalizados a los siete años, su prosocialidad generalmente disminuía en 0,11 unidades a los 11 años.

Sobre las bases que sientan estos hallazgos, el estudio sugiere que desde los colegios se fomenten las conductas prosociales y que éstas se integren en los planes de estudio de manera sostenida.

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