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La siesta ayuda a aprender (incluso suajili)

La siesta ayuda a aprender (incluso suajili)

Dormir entre sesiones de estudio favorece la retención de lo aprendido hasta seis meses después, según un estudio.

La siesta es más que puro placer y descanso, también es una fórmula de éxito para el aprendizaje. Diversas universidades como la de Berkeley o Georgetown han demostrado científicamente que quienes duermen la siesta rinden más, aumentan hasta en un 10% su capacidad de aprendizaje e incluso potencian la creatividad.

Ahora, nuevos hallazgos de la Universidad de Lyon publicados en Psychological Science revelan que dormir una siesta entre tiempos de estudio favorece la retención de lo aprendido incluso a lo largo del tiempo. “Nuestros resultados sugieren que dormir entre sesiones de estudio tiene una doble ventaja”, explica la científica psicológica Stephanie Mazza, «reduce el tiempo de volver a aprender y asegura una mejor retención a largo plazo”.

Anteriormente se había comprobado que dormir después de estudiar es una buena fórmula para la retención de conocimiento, pero ahora los resultados muestran que también lo es dormir entre dos sesiones de estudio.

Para comprobarlo se analizó el proceso de aprendizaje de 40 adultos franceses a quienes se dividió en dos grupos, de los cuales uno dormiría siesta y otro no. En la primera sesión, a los participantes se les dieron 16 pares de palabras francés-suajili. Después de estudiarlas durante siete segundos, se les mostraron progresivamente las palabras en suajili hasta que lograron escribir el correcto significado de todas ellas, repitiendo este proceso doce horas después para comparar los resultados.

Apenas hubo diferencias entre ambos grupos en la primera sesión de control, a diferencia de la prueba realizada transcurridas doce horas: los participantes que habían dormido entre ambas sesiones recordaron de media diez de las 16 palabras mostradas, mientras que los que no habían dormido recordaron apenas siete términos. Además, los investigadores apuntan a que aquellos que no descansaron entre sesiones de estudio necesitaron el doble de ensayos hasta dar con los significados correctos de las palabras (seis ensayos, frente a los tres necesarios por aquellos que sí durmieron siesta).

Pese a que todos los participantes fueron capaces de aprender todas las palabras mostradas, quienes se tomaron un tiempo de reposo pudieron hacerlo en menos tiempo y con menos esfuerzo, concluye el estudio que pone de manifiesto además la durabilidad de estos recuerdos en el tiempo, concretamente hasta seis meses después.

Más información:
Relearn Faster and Retain Longer. Along With Practice, Sleep Makes Perfect

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