La revolución de Pokémon Go avanza más deprisa de la capacidad de reacción de cualquier persona. Es una avalancha que promete ser una de las modas de este verano 2016 en todo el mundo. Por eso, unos días después de que el juego llegara a España, la Policía Nacional advierte de la necesidad de mantener la calma y de ser responsable en el uso de este juego.
Ya hemos visto en las noticias que ha habido incidentes provocados por personas que han entrado en propiedades particulares a la caza de monstruos, o pequeños accidentes por no cumplir con las mínimas reglas de urbanidad, amén de pokémons colocados en lugares poco seguros como carreteras. Ya lo decía la serie televisiva de Pokémon: “Hazte con todos, pero hazlo con seguridad”.
Tanto es así, que aquí en España, la Policía Nacional ha publicado en su perfil de Twitter una serie de recomendaciones para cazar pokémon, que pueden parecer básicas, pero que a la vista de los incidentes producidos parecen necesarias. De esta manera, se recuerda que no se debe utilizar aparatos smartphones mientras se conduce un vehículo, ni siquiera una bicicleta, se conmina a vigilar los lugares por dónde estás “cazando”, no invadir propiedades privadas, estar atentos a los micropagos de la aplicación, descargar la misma en canales oficiales y permanecer alerta por el asunto de la geolocalización.
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Dado que Pokémon Go está destinado a jóvenes entre 10 y 30 años, es interesante también ver cómo puede afectar a nivel educativo. Para empezar es un juego distinto, en el que tú entras en el juego y el espacio físico son las calles de tu ciudad. Este punto anterior nos lleva a que hay que hacer ejercicio físico, algo más que positivo. Se acabó aquella imagen de jóvenes sedentarios jugando a la consola sin salir de su habitación. Hay que cazar los monstruos y andar, correr, ir en bici a la búsqueda de los bichitos que aparecen de manera aleatoria en cualquier punto de la ciudad.
No sólo en el plano físico es interesante. También a nivel cultural porque este juego puede hacer que los jóvenes conozcan lugares de interés de su ciudad, monumentos, plazas, museos en los que no habían reparado y que de otra forma no visitarían. En otras palabras, aprovechar la caza para realizar una visita cultural y aprender algo nuevo.
Lo que no consigue la publicidad municipal, quizás lo logre Pokémon Go. Todo ello para cazar monstruos, pero en este caso, el fin justifica los medios. Además, el juego alentará la capacidad de cálculo de los jugadores, ya que hay que usar las matemáticas en las batallas.
En fin, que la revolución Pokémon Go, con 21 millones de descargas en una semana en todo el mundo, avanza sin demasiadas reglas y con mucho futuro. Como en muchos otros casos, la recomendación principal es jugar con moderación.
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