La población trabajadora está cada vez más formada. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el nivel educativo entre los trabajadores aumenta de forma constante en el mundo, sin embargo la incidencia que tiene esta formación en las posibilidades de encontrar un trabajo depende del desarrollo económico del país.
Estas son algunas de las conclusiones extraídas tras la actualización de los Indicadores claves del mercado de trabajo. En 67 de los 93 países la educación es “una herramienta eficaz de protección contra el desempleo”, de lo que se desprende que quienes poseen estudios superiores tienen más posibilidades de encontrar un puesto de trabajo en comparación con aquellos que tienen un nivel inferior.
El informe señala también un crecimiento en la población de jóvenes que ni estudia ni trabaja, ni están en formación, en particular, en los países más afectados por la crisis, aunque da cifras globales sin detenerse por países. Sí aporta un matiz acerca de la situación entre géneros: a nivel global hay más mujeres que hombres en esta situación.
>>Quiero hacer un curso de ASESORÍA LABORAL
La OIT reseña así mismo cómo en aquellos países de ingresos altos un nivel elevado de educación tiende a proteger a los trabajadores del desempleo. En las economías de ingresos medio-altos la situación es menos clara y en los países de ingresos medios-bajos y bajos surge una contradicción porque la fuerza laboral con educación universitaria tiene más probabilidades de no encontrar empleo frente a los que cuentan con un nivel educativo inferior.
Steven Kapsos, responsable de la Unidad de Producción y Análisis de Datos de la OIT, ha explicado que esto se debe a un desajuste entre el tipo de educación y las áreas en las que se forman los universitarios y las necesidades reales de la economía. Además, los datos revelan las disparidades en términos de productividad: un trabajador medio de una economía de ingreso alto producirá hasta 62 veces más que uno que se encuentre en una economía de bajos ingresos. Esto enlaza con otro apunte sobre el crecimiento industrial global, esté creció casi en exclusiva en los países ricos.
En el caso de España, la tasa de desocupación entre las personas cuyo nivel de estudios es equivalente o inferior al de la enseñanza primaria (35,1%) era en 2013 más del doble de la de los graduados universitarios (16%). “En España, la tasa más elevada de desempleo tiene lugar entre las personas de menor nivel educativo”, incide el informe, mientras que el alto nivel educativo parece haber protegido a la generación más joven en España contra el “apreciable” aumento del desempleo en los últimos años.
Más información:
Key Indicators of the Labour Market 2015 (KILM): Education and labour market