Vigo Mortenssen interpreta en Captain Fantastic a un padre que educa a sus seis hijos en el bosque, alejados de toda influencia capitalista y dentro de una férrea disciplina, de estudio y ejercicio físico hasta parecer casi un entrenamiento militar; donde la lectura es la actividad que se hace después de cenar pero antes de entregarse a la música y el baile.
Los seis hermanos son capaces de sobrevivir al aire libre, de cazar venados, de recitar la Carta de Derechos de los Estados Unidos y de reflexionar sobre un libro más allá del concepto ‘interesante’, palabra por la que demonizan a quien la nombre por ser poco específica.
La película pone sobre la mesa la dificultad que afrontan las familias cuando se trata de vivir fiel a tus convicciones en un entorno que nada tiene que ver. El filme también muestra las contradicciones que generan en todos los miembros de la familia, cuando algunos se llegan a cuestionar su propia opción de vida.
La Educación en Familia o homeschooling es una opción que algunas familias adoptan al hacerse cargo ellos mismos de la educación de sus hijos
Más allá de la ideología política de cada uno, la Educación en Familia o homeschooling es una opción que algunas familias adoptan al hacerse cargo ellos mismos de la educación de sus hijos. A nivel mundial, esta forma de educar ha crecido de manera exponencial. En Estados Unidos, la cifra de estudiantes que han sido educados en casa se ha duplicado desde 1999 a 2012, según el Centro Nacional de Estadísticas para la Educación. El informe ‘Homeschooling in the United States’ afirma que en 2012, 1,8 millones de estudiantes entre los 5 y 17 años de edad estaban siendo educados en el hogar; en 1999 la cifra era de 850.000.
En España no hay datos. “Carecemos de datos oficiales porque la mayoría de las familias que optan por esta educación lo hacen en la clandestinidad, pero hace años que se habla de 3.000 familias», explica Mónica Fragueiro, administradora de la plataforma Homeschooling Spain e integrante de Asociación de Libre Educación. «Sólo en Cataluña podemos hablar de unas 1.000 familias, según las asociaciones de libre educación y los distintos encuentros que realizamos”, constata.
Fragueiro señala que el freno para que en España no crezca más la comunidad homeschooler es la falta de legislación al respecto aunque reconoce el carácter minoritario que tiene esta opción: “El homeschooling va a ser siempre una opción minoritaria, porque requiere dedicación y poseer unas convenciones muy fuertes”, explica. Pero pese a ese carácter minoritario, “queremos poder ejercer nuestro derecho y elegir libremente el tipo de educación que escojan nuestros hijos”.
Los motivos para elegir la educación en casa son diversos: descontento con la forma de enseñar, atención poco individualizada por el alto ratio de estudiantes por docente, querer una educación adaptada a las necesidades especiales que puedan presentar niños con autismo u otras necesidades especiales o el deseo de querer alejar a los hijos de riesgos como el bullying u otros tipos de abusos: “Las familias quieren desescolarizar para que esos niños tengan una educación adecuada a sus características que la escuela convencional no cubre”, explica Fragueiro.
¿Cómo es una jornada de homeschooling?
Fragueiro aclara que el homeschooling varía de familia a familia, que hay personas de diferentes ideología o estilos de vida pero que les une el deseo de querer educar de acuerdo a sus convicciones.
Sobre el día a día, “lo normal es que durante la mañana se utilice el tiempo para realizar el trabajo académico”. A veces también se realizan quedadas con los grupos de apoyo para acudir a excursiones conjuntas, desde la mayoría de las asociaciones se recomienda programar visitas a museos, bibliotecas, exposiciones y conferencias. También se fomenta que los niños acudan a actividades extracurriculares, lo que también rompe con el mito de la no socialización a la que supuestamente se ven sometidos los niños que son educados en casa.
La educación en casa tiene que ver también con que el niño o la niña elija qué quiere aprender y que lo haga sobre aquello que le gusta, “es la posibilidad de aprender de otra manera, más visual, más lúdica, realizando maquetas con pintura hinchable para aprender los accidentes geográficos, por ejemplo”. Una educación más vivencial en la que se enseña a vivir.
Internet es el lugar donde los padres que han optado por educar a sus hijos en casa se dan cita. No sólo es una fuente de información sobre cuestiones legales y administrativas que quien se decanta por el homeschooling debe saber al dedillo.
El intercambio de experiencias, anécdotas y recursos que utilizan para el aprendizaje es constante en las webs de las distintas asociaciones y en los blogs de distintos grupos de trabajo y colectivos de madres y padres. Uno de estos espacios es Educarpetas, que además de ser un punto de encuentro para los padres, reúne a la primera comunidad internacional de madres y mujeres multitarea en español.
Además de experiencia y artículos de especialistas en homeschooling, se pueden encontrar actividades que sirven de ejemplo ante el reto de enseñar a los hijos en casa. Hacer un globo terráqueo en papel maché puede resultar útil ya sea si están aprendiendo los continentes o los planetas. Utilizar el Geoplano, un cuadrado de madera o plástico con una retícula regular de clavos o puntillas, como recurso para trabajar la ubicación espacial y la percepción geométrica. O aprovechar la costumbre de medir la altura para recordar los sueños de los niños. Los MOOC son otra herramienta muy útil, según comenta Mónica, también empleado por las familias que optan por este tipo de educación.
En el momento en el que un niño deja de ir a la escuela se activa el protocolo absentista
Pese a todo el homeschooling en España está sin regular. Aunque el artículo 4 de la LOE prescribe como obligatoria la educación básica (de los 6 a los 16), ninguna ley prohíbe expresamente la educación en casa; por otra parte, la Constitución reconoce la libertad de enseñanza y desde ALE interpretan que el homeschooling entra dentro de esta libertad educativa, pese a que el Tribunal Constitucional rechazó en 2010 dar amparo a unos padres que quería educar a sus hijos en casa.
En el momento en el que un niño deja de ir a la escuela, “se te trata como un delincuente. El colegio denuncia a padres y madres ante Educación porque ese alumno no está yendo a la escuela y se activa el protocolo absentista, que puede variar de comunidad a comunidad”, explica Mónica.
Tal y como aclara la Asociación para la Libre Educación (ALE) en su página web, lo más habitual es que las familias que deciden desescolarizar a sus hijos puedan tener que enfrentarse a problemas con los Servicios Sociales, pues el hecho de que un niño no acuda a la escuela se considera una situación de desamparo. El caso será asumido por Servicios Sociales, que procederá a la inspección y a visitar a la familia, tras la cual se realizará un informe que con casi toda seguridad se remita a la Fiscalía de Menores. En este momento, la ALE recomienda contactar con un abogado, que conozca la problemática y con experiencia en casos similares. Frente a una posible regulación, una proyección a futuro, “nos pondría a la altura de los países de nuestro entorno”, afirma Fragueiro.