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El ruido dificulta el aprendizaje de los niños

El ruido dificulta el aprendizaje de los niños

Un entorno tranquilo y con escaso nivel de ruido de fondo propicia que los niños pequeños puedan aprender nuevas palabras más fácilmente.

El entorno en el que se realiza el aprendizaje influye directamente en la capacidad de los niños para retener ese nuevo conocimiento. De hecho, según una investigación realizada por la Universidad de Wisconsin-Madison, los niños que tienen ruido de fondo tanto en el hogar como en la escuela presentan más dificultades para aprender nuevas palabras.

La investigación, publicada recientemente en la revista ‘Child Development’, refleja que el ruido ambiental en exceso puede tener un impacto en el niño tanto cognitivo como a nivel psico-fisiológico, redundando además en un rendimiento escolar más negativo. Aparte, se han observado otros efectos relacionados con el nivel de cortisol y el aumento del ritmo cardíaco.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron el estudio reproduciendo el entorno ruidoso que los niños pueden tener en el hogar o en la escuela, a diferencia de otras investigaciones que se han desarrollado en el laboratorio.

Un excesivo ruido ambiental puede tener un impacto en el niño tanto cognitivo como a nivel psico-fisiológico

En esta investigación participaron un total de 106 niños de edades comprendidas entre los 22 y los 30 meses. Con ellos, se efectuaron tres experimentos en los que se les ensañaba el nombre de objetos desconocidos para evaluar, con posterioridad, la capacidad para reconocerlos cuando se les indicaban de nuevo. De este modo, en primer lugar, los niños escucharon frases en las que aparecían dos palabras nuevas, mientras que luego se les mostraron los objetivos con los que se correspondían esos nombres.

La primera prueba se puso en marcha con 40 niños de 22 a 24 meses, quienes mientras aprendían las nuevas palabras escucharon voces de fondo con una variación de tono, es decir, más bajo o más alto. El resultado constató que solo los niños a los que se les había enseñado con el menor ruido de fondo asimilaron bien las palabras.

En el segundo experimento, otros 40 niños de 28 a 33 meses efectuaron la prueba y se evidenció que solo consiguieron aprenderse las palabras de forma exitosa los que habían estado expuestos al ruido de fondo más tranquilo, de manera que se comprobó que una mayor edad no permitía superar mejor los efectos del sonido ambiente.

Finalmente, en el tercer experimento, un total de 26 niños, que eran los más mayores de edad, estuvieron primero en un entorno tranquilo para aprender dos palabras. Luego, a los más pequeños se les enseñaron cuatro vocablos –dos nuevos más los dos anteriores-, en el mismo ambiente de ruido que en el segundo experimento deterioró el aprendizaje. Esta prueba reflejó que solo los niños asimilaron las nuevas palabras cuando las habían oído por primera vez en un entorno tranquilo.

La investigación concluye que, cuanto más fuerte es el ruido del entorno, más se dificulta la capacidad de los niños para aprender palabras, aunque esta deficiencia se puede compensar si se llama la atención de los niños sobre los sonidos de las nuevas palabras.

Unas conclusiones que los investigadores consideran de interés para docentes y padres porque los niños rara vez suelen estar en un entorno tranquilo en la escuela o en casa por el ruido de la tele, la radio, personas que hablan… Esta orientación, además, es clave para los hogares con bajos ingresos porque este tipo de viviendas suele tener un mayor nivel de ruido a consecuencia de los entornos urbanos y el hacinamiento.

Más información:
Learning in Complex Environments: The Effects of Background Speech on Early Word Learning

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