La inclusión del emprendimiento en el sistema educativo se ha considerado un reto que si bien ha ido tomando forma en los últimos años, todavía no ha logrado desarrollarse de una forma satisfactoria, según el estudio “La educación para el emprendimiento en el sistema educativo español”.
Dicho estudio, propuesto por el Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa y desarrollado por la Red Española de Información sobre Educación, trata de estudiar políticas, currículo, resultados e impacto de la educación para el emprendimiento, a la vez que reúne información sobre la formación y las medidas de apoyo que se han ofrecido al profesorado. El estudio también repasa aquellas acciones que conducen al éxito, como la implicación de las partes interesadas, diseño curricular y métodos de enseñanza, resultados de aprendizaje, y evaluación y medición del progreso.
Los expertos aseguran que la LOMCE crea el marco propicio para la inclusión del emprendimiento en el sistema educativo, pero más de la mitad de las Comunidades Autónomas no disponen de una estrategia de educación emprendedora. Además, la participación de los grupos de interés es muy desigual y no existen modelos claros de progresión para el desarrollo de la competencia.
En Europa, la mayoría de los países aún no han desarrollado una estrategia de educación para el emprendimiento.
Así, los métodos de enseñanza emprendedores rara vez están integrados en los cursos, mientras que en España las materias específicas se concentran en ESO, Bachillerato y FP. A pesar de ello, los aspectos relacionados con el mundo de la empresa y la educación financiera van ganando peso en las últimas etapas.
Los nuevos currículos autonómicos definen criterios de evaluación relacionados con el emprendimiento, pero falta visión de conjunto, complementariedad entre materias y una progresión clara entre niveles. Los expertos consideran que las orientaciones metodológicas sugieren la utilización de diferentes herramientas de evaluación que se alejan de los métodos convencionales que están utilizando.
En cuanto a la formación del profesorado, la oferta de cursos es cada vez más amplia en España, tocando aspectos relacionados con la creación y gestión de empresa, pero el emprendimiento está ausente de la formación inicial del profesorado. Asimismo, falta una monitorización efectiva del impacto de la educación emprendedora.
Otro punto a mejorar, tanto en España como en Europa, es el hecho de que la creación de empresas no está reconocida como un itinerario formativo específico. En el caso de España, son los centros de FP los que proporcionan formación y apoyo a futuros emprendedores. Las iniciativas más habituales para promover el emprendimiento son concursos de ideas, relaciones con la comunidad empresarial local y creación de incubadoras en los centros de FP como servicios de apoyo a la creación de empresa.
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Por Comunidades Autónomas
Andalucía cuenta con una estrategia específica ambiciosa, con diferentes programas que abordan el emprendimiento en todas las etapas educativas, como la creación de miniempresas. En cambio, en Aragón los centros educativos pueden solicitar la participación en tres programas de educación emprendedora, uno de ellos orientado a Primaria y otros dos para ESO, Bachillerato y FP.
En Cantabria destaca el Plan de Fomento del Espíritu Emprendedor en FP, mientras que Castilla y León cuenta con una amplia oferta de programas de emprendimiento de carácter extracurricular diseñador por agentes externos. En Castilla-La Mancha, en cambio, la Ley de Emprendedores regional contempla medidas en cuanto a desarrollo curricular e incorporación de iniciativas en los procesos de formación de la enseñanza no universitaria.
En Cataluña, la oferta oficial de formación permanente del profesorado incluye un curso creado con el objetivo de facilitar al profesorado de ESO recursos para desarrollar los contenidos de la materia emprendedora en el aula, mientras que en Madrid los programas de educación para el emprendimiento se ofertan como actividad extraescolar y en algunos casos se dirigen a colectivos específicos de alumnos.
En la Comunidad Valenciana, la integración del emprendimiento en el currículo se ajusta a lo establecido por la LOMCE, al igual que ocurre en Extremadura, pero en esta última región los centros ofertan la materia “Iniciativa Emprendedora” en 3º de ESO. Galicia, por su parte, dispone de una estrategia regional específica de emprendimiento en educación, con cinco programas, a los que hay que sumar otros dos de Educación Financiera dirigidos a alumnos de ESO, Bachillerato y FP.
Las Islas Baleares cuentan con un presupuesto específico para el desarrollo de un programa de impulso de las capacidades emprendedoras en educación, y en Canarias hay un gran número de instituciones públicas y privadas implicadas en programas de educación para el emprendimiento. En La Rioja existen algunos programas al respecto, pero la educación para el emprendimiento no forma parte del programa de formación inicial del profesorado.
Navarra, sin embargo, tiene un plan de emprendimiento que intenta potenciar el talento emprendedor desde edades tempranas, y en el País Vasco el Plan de Apoyo al Emprendimiento alerta sobre el bajo grado de desarrollo de acciones de fomento de la cultura emprendedora en el sistema educativo. En Asturias se trabaja con aspectos como la empleabilidad y la creación de empresas en la formación inicial de los docentes, mientras que, en Murcia, el departamento de Educación dispone de un presupuesto específico para colaborar con entidades externas que permiten a los centros tener a su disposición una amplia oferta de programas.
En Ceuta se han llevado a cabo cursos para reforzar el espíritu emprendedor entre los niños, mientras que en Melilla los profesores pueden intercambiar experiencias sobre los medios más efectivos para introducir la cultura de la creatividad y el emprendimiento.
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Más información:
La Educación para el Emprendimiento en el Sistema Educativo Español