Apasionado de la electrónica, Ahmed Mohamed inventó un reloj para un trabajo de ciencias. Hubo quien creyó que era una bomba y acabó saliendo esposado del colegio. Parece una broma pero el caso es que este joven estadounidense de sólo 14 años estuvo detenido por fabricar un reloj y aunque sin cargos ha sido expulsado del centro tres días.
Al menos, aparte de la expulsión, Ahmed ha recibido, a través de las redes sociales, los guiños cómplices de Obama y Mark Zuckerberg, quienes han invitado al chaval a que les muestre tan explosivo invento.
Así relata la anécdota el propio Ahmed Mohamed a The Dallas Morning News:
La persecución del talento y el ingenio ha tenido diferentes momentos a lo largo de la historia. Miguel Servet, Giordano Bruno, Copérnico, Kepler o Galileo sufrieron la inclemencia de un tribunal que consideraba herejía lo que se saliera de la norma católica. Ahora, en el siglo XXI, esos supuestos relojes explosivos que no lo son tienen recorrido.
Desde hace ya algunos años han surgido diferentes iniciativas que promueven el desarrollo y el aprendizaje colectivo entre los más pequeños en torno a materias como la programación, la electrónica, los videojuegos.
“El fin es el de promover la cultura científica y la creación, y favorecer una relación constructiva de las personas con el conocimiento y la tecnología”. Este es el objetivo de Jóvenes Inventores, una iniciativa apoyada por la UNED, que ha introducido actividades de robótica en Colegios Públicos de Educación Primaria de la Comunidad de Madrid. La propuesta se materializa en actividades extraescolares y dentro del currículum, talleres de fin de semana y también para que los padres y las madres acompañen a los más pequeños.
Fuera de las aulas surge CoderRojo, una iniciativa internacional surgida en 2011 en Irlanda que busca enseñar a niños y jóvenes a programar. Este club se da cita los sábados no festivos entre las 17 y las 19 horas, en MediaLab Prado y aunque está dirigido a los niños y jóvenes, cualquiera puede acercarse a satisfacer su curiosidad. Se trabaja por grupos, en función de los intereses de cada uno. MediaLab Prado, es un buen punto de referencia para los jóvenes con alma de inventor/científico; centro cultural público orientado a la cultura digital programa de forma habitual jornadas y talleres dirigidas a fomentar el autoaprendizaje en materias como el scratching, robótica, videojuegos.
Los videojuegos son precisamente el objeto de interés de GameStar(t) una iniciativa que además de Madrid, está también presente en Málaga y Valencia. Está enfocado en la creación y desarrollo de proyectos en el que niñas y niños descubren y desarrollan videojuegos, robots y machinimas. El proyecto hace especial hincapié en la filosofía do it yourself, el reciclaje y el software libre. Tras cinco años con el proyecto en activo, uno de los logros que destaca sus responsables es el de haber convertido a las personas participantes en agentes de creación y experimentación con la tecnología.
Otra iniciativa que busca motivar el espíritu inventor e investigador de la gente más joven es CampTecnológico. Su metodología es despertar y mantener el interés por la ciencia, la ingeniería y las matemáticas a través de la Tecnología Educativa. Sus actividades se centran en campamentos de verano, talleres de fin de semana e impartir talleres y actividades extraescolares.