Muchos padres se quejan de que sus hijos no les hacen caso. Sin embargo, este lado rebelde puede resultar muy beneficioso para ellos en un futuro, según un reciente estudio publicado por la revista Developmental Psychology y llevado a cabo por las universidades de Luxemburgo e Illinois, y la Free University de Berlín.
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Los investigadores han seguido a 745 niños, que en 1968 tenían 12 años, hasta 2008. Quienes mostraban un comportamiento más desafiante, en general, ganaban más dinero de adultos. Según los científicos, esto puede ser debido a que tener un carácter más fuerte permite ser más agresivo en la negociación de un sueldo o una subida salarial.
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El estudio también demuestra que los niños desobedientes prosperan mejor, al estar más dispuestos a la hora de romper las reglas establecidas a su favor y al tener más seguridad a la hora de defender sus propios intereses y de establecer objetivos concretos.
Este estudio está en consonancia con otros efectuados en la misma línea, que demuestran que los niños más revoltosos obtienen mejores salarios de adultos. Los niños desobedientes son, según los científicos, más propensos a convertirse en empresarios de éxito. Un ejemplo lo tenemos en Bill Gates, el hombre más rico del mundo, quien a menudo comenta cómo fue arrestado por exceso de velocidad y por conducir sin carnet a los 19 años.