Si alguien intenta ver la versión en español de la web de la Casa Blanca le aparecerá una disculpa y el mensaje: “La página no se encuentra”. Hasta que el nuevo presidente de los EE.UU., Donald Trump, accedió al cargo se podía acceder a la web en español y consultar un blog de temas de interés de la comunidad hispana. Sin embargo, la nueva Administración de Trump ha decidido eliminar ambas opciones.
Esta decisión se une también a la eliminación de las cuentas en español que la Casa Blanca tenía en Twitter y en Facebook, y la ausencia en el Gobierno de miembros de origen hispano, a pesar de que más de 55 millones de personas hablan español en EE.UU.
Las críticas no se han hecho esperar. El director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, ha señalado al respecto que “es un retroceso notable teniendo en cuenta que en EE.UU. se registra una presencia cada vez más firma del español”. Por su parte, el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, ha manifestado que “el gesto me parece grave porque en EE.UU. un 18% de la población español y el 95% considera que es muy importante que ellos, sus hijos y sus nietos sigan hablando español”.
Por su parte, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, considera que “el conocimiento y uso de diferentes idiomas sirve para vertebrar a un país demuestra la riqueza cultural de una nación”, si bien se ha mostrado convencido de que esta decisión “no detendrá la difusión imparable del español en EE.UU. y el mundo entero”.
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