Consigue todos tus objetivos académicos con este método alemán

¿Cuántas veces te ha ocurrido a lo largo de la vida, que te has propuesto llevar a cabo una tarea concreta o cumplir algún objetivo, y al final lo dejaste de lado porque surgió algo que desvió tu atención?

Si quieres que esto no te vuelva a suceder y deseas lograr, a partir de ahora, todos los objetivos que te marques (tanto a nivel de estudios, en tu profesión, o en tu vida en general) deberías poner en marcha el método de la intención de implementación.

La intención de implementación es, sencillamente, decidir cuándo y dónde vamos a completar una tarea. O lo que es lo mismo, una especie de programación mental en la que nuestro cerebro vincula una indicación situacional (un momento y un lugar concretos), con el objetivo o tarea que queremos realizar.

Y es que, según el principal impulsor de este método, el psicólogo social Peter Gollwitzer, cuando llega la hora y la ubicación que nos hemos fijado previamente, nuestro comportamiento se activa automáticamente para llevar a cabo esa tarea.

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Este método fue descubierto a través de un estudio que Gollwitzer llevó a cabo en 1997 en Alemania. El experimento consistió en reclutar a varios estudiantes universitarios y pedirles que escribieran un ensayo durante las vacaciones de Navidad, y que enviaran esta tarea una vez que hubieran transcurrido 48 horas de las fiestas navideñas.

Sin embargo, antes de marcharse de vacaciones, Gollwitzer pidió a la mitad de los estudiantes que anotaran cuándo y dónde planeaban escribir su ensayo.

Las conclusiones de este estudio fueron muy evidentes, ya que el 71% de los estudiantes que habían anotado cuándo y dónde se iban a poner a redactarlo, entregaron con éxito su tarea.

A raíz del experimento llevado a cabo por este psicólogo social alemán, han surgido más de cien estudios científicos que demuestran que nuestras posibilidades de tenar éxito en aquellos objetivos que nos marcamos mejoran notablemente cuando utilizamos el método de la intención de implementación.

Y es que, según avalan todos estos estudios científicos, anotar cuándo y dónde queremos realizar una tarea, no sólo nos ayudará a aumentar nuestra productividad, sino que también será un método muy eficiente en otras objetivos que nos propongamos en la vida, como por ejemplo conseguir una buena nota en un examen o sacar una oposición.