Los alumnos universitarios y de FP que realicen prácticas formativas o académicas externas, sean remuneradas o no, van a ser considerados trabajadores por cuenta ajena. Por ello, pasan cotizar a la Seguridad Social desde el próximo 1 de octubre.
El Estado bonificará un 95% de las cuotas que asumirá el empresario. Y en el caso de las prácticas remuneradas, la cotización se efectuará aplicando las reglas de los contratos formativos en alternancia. Es decir, la base de cotización mensual aplicable a efectos de prestaciones va a ser la mínima vigente respecto del grupo de cotización 7.
Para las prácticas no retribuidas, cada día cotizará como 1,61 días, sin sobrepasar el número de días del mes en vigor. Pero, como ocurre hasta el momento, los becarios quedarán excluidos de la protección por desempleo y de la cobertura del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA). En el caso de las prácticas no remuneradas, tampoco se incluye la protección por la prestación de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes.
>> Ver Cursos de Asesoría Laboral.
Convalidar las prácticas pasadas
Otra de las novedades es que se dará la oportunidad de convalidar prácticas pasadas. Los alumnos tendrán un plazo para solicitar el cómputo de la cotización por los periodos de prácticas no laborales y académicas realizadas con anterioridad, hasta un máximo de dos años.
Objetivo: poner fin a los «falsos becarios»
Con estos cambios en la normativa, se intenta acabar con la figura de los “falsos becarios”, un fraude a la Seguridad Social referido a las prácticas formativas que encubren puestos de trabajo.
De momento, se establece un plazo de tres meses, que comenzó el 1 de abril, para la creación de un observatorio para el análisis y seguimiento de la aplicación y efectividad de las medidas adoptadas. Con la reforma se persigue poner fin al debate sobre la cotización de los estudiantes que lleva años estancado.