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Hombres y mujeres somos diferentes en la forma de trabajar.

Foto: Hombres y mujeres somos diferentes en la forma de trabajar.

¿Cómo es la personalidad del trabajador contemporáneo? Diferencias entre hombres y mujeres

Según el último informe elaborado por Grupo Actual y Randstad, existen notables diferencias entre hombres y mujeres a la hora de trabajar.

¿Cómo es la personalidad del trabajador contemporáneo? Diferencias entre hombres y mujeres. La idea principal que se extrae del informe “La personalidad del trabajador contemporáneo”, elaborado por Grupo Actual y Randstad, es que hombres y mujeres somos diferentes en la forma de trabajar. Ambos sexos muestran diferencias en casi la totalidad de las escalas analizadas con el test PAPI (Personality and Preference Inventory – Inventario de Personalidad y Preferencias). Esta prueba, originaria del ámbito académico norteamericano, consiste en 120 preguntas agrupadas en 20 dimensiones que evalúan el interés por el liderazgo, la planificación, la relación con los demás o el pensamiento teórico.

En la presentación de la investigación estuvieron presentes el catedrático de la Universidad de Oviedo, Eduardo García Cueto, Antonio Pamos, gerente de Grupo Actual, y Guillermo Madamé, director de Relaciones Institucionales de Randstad.

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¿Cómo es la personalidad del trabajador contemporáneo? Diferencias entre hombres y mujeres

De los 5.708 trabajadores de Randstad que han participado en este estudio, el 55,7% fueron mujeres y el 44,3% hombres. Los resultados muestran que para las mujeres es importante un entorno laboral más estructurado y un trabajo más cuidado, en donde las pautas de trabajo estén bien establecidas. En general, ellas son más detallistas y respaldan a sus superiores, lo que favorece un entorno laboral agradable y cordial.

Por su parte, los hombres ofrecen enfoques más globales y tienen metas laborales más ambiciosas, como alcanzar puestos directivos o destacar en el ámbito laboral a través del éxito profesional. En este punto es, precisamente, donde se registra una mayor disparidad entre hombres y mujeres.

Ejercer de líderes y controlar el trabajo de otros es un gran estímulo para ellos, que tampoco desprecian la ocasión de convertirse en el centro de atención. Ellos tienen más facilidad para tomar decisiones rápidas, especialmente cuando éstas les ayudan a alcanzar los objetivos que persiguen. Aunque son menos expresivos que las mujeres, los hombres son más creativos y parecen aportan mayor cantidad de soluciones originales.

El estudio también muestra algunos puntos en los que hombres y mujeres coinciden, es el caso del valor que le dan a las relaciones personales en el trabajo. Presentan medias indistinguibles en la necesidad de pertenencia a grupos o en la necesidad de relaciones cercanas con los compañeros. Igualmente, ambos sexos tienen igual tendencia por el cambio.

Las preferencias de los trabajadores cambian con los años

El estudio de Grupo Actual y Randstad también analiza las diferencias entre los trabajadores por grupos de edad y situación geográfica. Para el análisis de los datos por edades, se dividió la muestra en tres grandes grupos: menores de 25 años, de entre 26 y 30 años y mayores de 30 años.

Los datos muestran que algunas dimensiones mantienen una tendencia clara según se incrementa la edad. Por ejemplo, cuanto más mayores somos, más interés mostramos por la faceta relacionada con la necesidad para controlar a los demás. Asimismo, se registra una tendencia inversa en la dimensión Necesidad de normas. Otras escalas, sin embargo, no muestran esa tendencia continua, como las dimensiones de Orden o de Planificación, en donde las edades intermedias registran una puntuación mayor.

Los más jóvenes buscan entornos laborales cordiales en los que es más importante la relación con los demás, la existencia de normas que les guíen y el apoyo de jefes cercanos. Su falta de experiencia laboral se compensa con su notable ambición y su búsqueda constante de situaciones y experiencias múltiples. Además, son más impulsivos y más trabajadores.

Una vez cumplidos los 30 años, los trabajadores muestran un interés mayor por las labores de tipo organizativo, con personas a su cargo. Su objetivo es crecer dentro de la empresa y cambiar de entorno les supone un mayor esfuerzo. Como es lógico, la experiencia adquirida durante los años, por cuanto proporciona autoconfianza y seguridad en uno mismo, ayuda a la toma de decisiones. También se incrementa ligeramente su necesidad de imponerse a los demás.

Los del Centro y el Sur, los más ambiciosos

Además de costumbres sociales diferentes, los españoles tampoco somos uniformes en lo que al trabajo se refiere. Los autores del estudio dividieron el territorio nacional en cuatro grandes superficies:
– Norte (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón)
– Levante (Cataluña, Valencia, Murcia y Baleares)
– Sur (Andalucía y Canarias)
– Centro (Extremadura, Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha)

En la zona Centro, los candidatos están menos orientados a aspectos más concretos de la tarea y no consideran como un factor demasiado importante la necesidad de determinar una tarea. Los candidatos de esta zona muestran poco interés por las normas, no así por aspectos vinculados al liderazgo y la dirección de equipos. Justo al contrario que los trabajadores de la zona de Levante, a quienes tampoco les preocupa mantener relaciones personales en el trabajo.

El liderazgo y las relaciones personales son importantes para los trabajadores de la zona Sur, mientras que los participantes de la zona Norte son los más equilibrados desde un punto de vista de equidad en las variables analizadas, adoptando valores promedio en todas ellas.